sábado, 23 de mayo de 2020

Reflexiones críticas y autocríticas sobre España y su sociedad

La hecatombe a todos los niveles producida por el coronavirus, al menos hasta fecha de hoy, no parece haber despertado una conciencia crítica y autocrítica en nuestro país.

Uno sigue leyendo y escuchando cosas como que somos un país maravilloso, que teníamos una economía de servicios próspera, y, a lo sumo, una crítica típica y tópica a la clase política, y poco más. Pero la ruina que parece estar instalada en nuestra patria, requiere de una visión crítica y autocrítica de todos los estamentos sociales, desde las élites a la tropa o rebaño de base, entre los que me incluyo.

Frente a la visión gloriosa que he leído recientemente en algún periodista,que defendía también trabajar más y cobrar menos , hace mucho que nuestra economía esconde una falsa prosperidad .El mileurismo viene de lejos, de antes de la crisis de 2008. Iniciada ésta, emergieron salarios de 600 euros, propios de un país tercermundista, aunque aún con infraestructuras de primer mundo. Ahora volverán a extenderse salarios de miseria y más horas de trabajo, con el riesgo de que también las infraestructuras acaben colapsando .Los siervos intelectuales del sistema nos venderán que es un sacrificio para que en unos años vuelva la abundancia de esa economía de servicios tan supuestamente boyante. Es decir pongamos el culo sin vaselina, que nos dolerá pero será pasajero. Sin olvidar que hace varios años que nuestra economía y otras se sostienen por inyecciones masivas de dinero y tasas de interés de casi cero, y hasta negativas. O sea  riqueza ficticia .



Los entusiastas del capitalismo curiosamente se unen al stajanovismo comunista, a la explotación y expolio de la clase trabajadora. Mientras las izquierdas siguen con el mantra de los impuestos como supuesta solución, asfixiando también a la clase baja y media . Unos y otros están mucho más cerca de lo que piensan: desean la obediencia de las clases populares a las autoridades estatales y patronales.


Analizando las instituciones, comencemos por el Estado: hemos visto como han hecho negocios turbios comprando mascarillas defectuosas. Y test que resultaron también ser un timo .Nuestro Estado no funciona .Y las autonomías suponen un despilfarro enorme de dinero, que lógicamente la clase política no quiere reducir a lo imprescindible. Con lo cual en lugar de recortar ahí, veremos recortes en otros sectores, que no hace falta decir cuáles serán. Del sistema de partidos no voy a hablar. Mi opinión sobre que son una de las raíces del mal es clara-experiencia mediante-, y hay que buscar una democracia donde éstos no dirijan nada, pues son incompatibles con el bien común y la libertad de conciencia.

Vayamos al mundo patronal y económico, aunque también relacionado con el estatal: destrucción de la industria con la democracia, vía PSOE fundamentalmente, para construir una economía de servicios y turismo .Por supuesto que toda economía tiene que tener un sector servicios y turístico- es lógico que nuestro país cuide el turismo por sus características-, pero la destrucción de gran parte de la industria, por no hablar del campo, y el escaso interés por el I+D, ha creado una economía muy frágil, que cualquier crisis hace añicos .Con una tasa de paro estructural muy alta y empleos precarios y mal pagados. Lo que trajo consigo la marcha de muchos jóvenes. ¿Cuántos más, y no solo jóvenes, se marcharan los próximos años del país?.

Nuestra clase empresarial destaca por su escaso interés en formar a los trabajadores .Cualquiera que busque o haya buscado empleo lo sabrá: exigencia de años de experiencia y saber de todo .En fin, gastar lo menos posible e invertir en sectores que procuren dinero fácil sin visión de futuro. Pero es que el Estado es igual: cursos del INEM sin prácticas reales .Es decir nuestras propias autoridades, sabiendo como es el mercado laboral, se la suda la suerte de los trabajadores .Los cursos no son más que formas de hacer pasar el tiempo a los parados, creando falsas ilusiones.

En cuanto a nosotros, las bases, la sociedad, la clase obrera, o como gusten de etiquetarse, ídem .Atomización creciente, seguidismo de las ideologías de Estado de manera acrítica-feminismo y ecologismo hoy-, y búsqueda de pan y circo, aunque el primero sea cada vez más escaso .Aún hoy seguimos siendo una sociedad muerta que parece totalmente atada y creyente en el sistema. Que sea evidente que éste nos lleve a la miseria, que el riesgo de suspensión de pagos sea grande, no parece causar ninguna preocupación al fiel rebaño.

Espero equivocarme, y que la base despierte, logrando desarrollar una conciencia propia, alejándose de todo intento de manipulación por parte de partidos-en esta ocasión las derechas, en otras las izquierdas-. Se dice que tenemos la generación más formada de la historia. La inexistencia de cualquier pensamiento alternativo y subversivo serio en la propia juventud es indicador de que el sistema educativo de la modernidad es, buenos profesores aparte, un instrumento de adormecimiento y adoctrinamiento, de la escuela a la Universidad. No hay más que ver como las Facultades de Humanidades, las que deberían mantener la llama crítica, son las peores creadoras de productos y partidos pseudoalternativos y demagógicos.

Yo quisiera que fuera la sociedad civil, los trabajadores, los que reconstruyeran lazos comunitarios libres, una cultura y autoformación ajena a los medios y productos del régimen. Pero, sinceramente, soy muy escéptico. Pienso que las dos opciones mayoritarias son: la ruina total de España, es decir su caída al tercer mundo en tres o cuatro años. O una renovación generada por la clase dirigente, vieja y nueva, en la cual nosotros pintaríamos muy poco, todo sea dicho.

Veremos que sucede pero hoy, nuestro país, sus élites, su base asalariada- amenazada por el paro masivo-, parece un cadáver.