martes, 30 de enero de 2024

La crisis de la narración

 Nuevo libro, como siempre apasionante y crítico de Byung Chul Han, filósofo surcoreano de moda-sin que la moda, por una vez, sea mala-, sobre la desaparición de la narración en la sociedad de la modernidad tardía.

La narración era algo que nos unía, que nos daba sentido, que creaba lazos, verdadera comunidad, que nos reunía alrededor del fuego, con los relatos tanto de nuestros antepasados, de sus vivencias y experiencias, como también lo eran los relatos y sueños de futuro.

Ahora todo eso se ha perdido, se ha impuesto la información, es decir lo pasajero, lo contingente, lo consumible y vendible para nosotros, los consumidores solitarios y aislados de la modernidad capitalista  de progreso y decadencia. Y el llamado storytelling no es más que eso, estrategia comercial capitalista, destinada a crear emociones, sentimientos vaporosos, rápidamente extinguibles, cuyo fin es lo comercial, lo vendible.



El triunfo de la información, esa suerte de instantes continuos de presente sin fin, que se van sustituyendo uno tras otro sin dejar un verdadero poso de recuerdo, de enseñanza, agravado por el éxito de las nuevas tecnologías, el smartphone, las redes sociales, con sus likes, sus historias superficiales y pornográficas, refugio de nosotros, los narcisistas contemporáneos, donde el otro como alteridad que nos interpela, que nos observa, que nos mira, que nos pone en riesgo, que nos hace dudar desaparece por la glorificación de las pantallas, de la distancia social;  todo eso supone la demolición de lo que nos hace humanos.

Nuestro paso de homo sapiens a homo iphone, homo digital, consumidor de netflix y series cual ganado cebado hasta hartarse es una amenaza más para el desarrollo de una civilización de seres libres, solidarios y autónomos, pues en realidad el régimen neoliberal a través de las nuevas tecnologías lo que busca son personas dedicadas, desde que se levantan hasta que que se acuestan, a ser productivas y rentables- con la ilusión de una falsa autonomía y autorrealización- , a generar una masa infinita como el Cosmos de datos e informaciones, pensando que en los datos, en la información, está la salida, la respuesta a los supuestos males del caos, de esa anarquía gozosa e incontrolable llamada vida humana, hasta hace bien poco.

Veremos como acaba todo este infierno de lo igual, de deshumanización, de expulsión de lo distinto al infierno de lo incontrolable, por citar otra de sus pequeños y a la vez grandes ensayos llenos de ideas luminosas, de relámpagos centelleantes de alegría frente a lo sombrío que pretenden imponernos sutilmente, sin brutalidad, usando el poder persuasivo..

lunes, 29 de enero de 2024

Simone Weil. Escritos políticos libertarios

 Enclave ha publicado recientemente una recopilación de artículos de la que es para mí la mayor mente y corazón del siglo XX, Simone Weil, prematuramente fallecida, lo que nos privó de propuestas y análisis lúcidos de la realidad contemporánea, que podrían haber sido de gran ayuda e inspiración.

Escritos políticos libertarios, nombre del libro, se centra en la parte de sus reflexiones que dedicó a los asuntos más graves y preocupantes de su época, la turbulenta y sanguinaria primera mitad del siglo XX, la de los sueños, esperanzas e inicio del declive de la idea revolucionaria, de la utopía. Weil, sindicalista y colaboradora en los medios obreros, especialmente en La Revolución proletaria, la revista de los resistentes del sindicalismo revolucionario. Sin miedos ni prejuicios dinamitó la fe en el progreso, también en la vulgata marxista del desarrollo de las fuerzas productivas como mecanismo ciego que llevaría a la eclosión de una sociedad libre y emancipada y la esperanza infundada en la revolución como solución a los males de la sociedad.

De especial interés son sus análisis sobre la nueva clase dirigente, la tecnoburocracia, los coordinadores, y la opresión por la función, frente a quienes seguían creyendo que lo fundamental era acabar con la propiedad privada y colectivizar la economía.



Con su visión lúcida Weil comprendió que el poder en la empresa ya no estaba en el propietario, en el capitalista, sino en los técnicos, en los especialistas, en lo que se clasificó como tecnoburocracia. Ahí nacía una nueva fuente de opresión, con independencia del régimen de propiedad, que en la URSS, sistema que ella criticaba, alcanzaba un desarrollo extremo, por encima de los fascismos, trayendo consigo una forma de opresión radical sobre la clase obrera rusa, que vivía en la mayor esclavitud.

Simone Weil centra su atención en la aparición de grupos que defendían la cercanía y unión incluso de fascismo y comunismo, subordinando la economía y los trabajadores a las órdenes del Estado, de los supuestos técnicos y especialistas.

El ideal de la emancipación de los trabajadores por los trabajadores mismo, la asociación libre y el trabajo libre asociado se extinguían por la creencia en los planes quinquenales, o en la salvación por el Estado y la burocracia, propuestas que, de cierta manera, aún permanece en la izquierda política y sindical decadente y terminal.

Simone Weil, en la recopilación de textos del libro muestra su desconfianza ante las instituciones y poderes verticales, ante la burocratización y jerarquización de partidos y sindicatos obreros; analiza el peligro fundamental para ella y los pensadores clásicos que la inspiran, pese a sus críticas, como Proudhon y Marx: el mantenimiento de los ejércitos y policías permanentes, la burocracia permanente y no temporal y revocable.

 De ahí sus advertencias sobre el peligro de guerra mundial y la imposibilidad del proletariado de evitarla, como en 1914, peligro que sigue hoy en día, donde una nueva guerra mundial es casi inminente ante nuestra ceguera, la de los habitantes de la sociedad de consumo y hedonista, ya en descomposición, peligro que, tristemente no está generando la menor atención por el neoproletariado actual, ese proletario de la economía de servicios con sueños y metas de clase media y alta, ajeno a las viejas ansías de libertad, cultura y formación de sectores de la vieja clase obrera.

Cuya única meta vital es ganar más dinero y divertirse en sus ratos libres, tragándose todas las modas y operaciones del sistema, tales como el feminismo y el clima, viviendo inconscientes ante nuestras vidas de esclavos desgraciados y ante lo que se nos viene encima a nivel mundial.

El libro acaba con un texto fundamental, que debiera ser de lectura obligatoria en cualquier escuela-evidentemente jamás lo será-, Nota sobre la supresión general de los partidos políticos, donde analiza como los partidos son una forma de mal radical, incompatibles con la búsqueda del bien común, la verdad y la justicia y con el pensamiento, pues la propaganda no es pensamiento, sino manipulación, como muy bien entendieron los nazis. Estructuras cuyo fin es el crecimiento permanente, es decir organizaciones de espíritu totalitario, destructoras del librepensamiento y el libre análisis de sus miembros.

¿Tiene sentido que nos definamos como socialistas, comunistas, liberales, conservadores o lo que sea?. Ninguna, todo debe analizarse de manera objetiva, imparcial e independiente, lo contrario es aniquilar la libertad. Su ideal de democracia, por tanto, es una donde no cristalicen grupos permanentes y estables a nivel de ideología-desapareciendo los partidos- y donde los representantes sean elegidos no por pertenecer a una ideología, a un grupo político, sino por su moral y su servicio y atención a la búsqueda de la verdad y la justica y el bien, con independencia de criterio.

Propuesta que sigue en pie, esperando quienes la desarrollen.

Para finalizar, mencionar la atención que presta a la ciencia y la tecnología, llegando a la conclusión de que ambas tienen que buscar ser comprensibles para todos, de lo contrario se convertirían ,de hecho ya lo son, en una especia de nueva religión, que nos volvería ciegos y crédulos a sus sacerdotes y representantes, y por tanto en fuente de opresión, tal como lo fue y lo es el trabajo fabril, que convierte al trabajador, tal como ella misma pudo vivir y sentir en su experiencia de fábrica en un engranaje de las máquinas, en una pieza de recambio. Vio claramente como se necesitaba una tecnología, una maquinaria comprensible y a escala humana, que nos acercara más al artesanado, aquel que conocía, comprendía y amaba su trabajo, sus instrumentos, lo que le hacía más libre que nosotros, los siervos de una maquinaria tecnológica y global incomprensible, miembros de una colectividad ciega que aplasta nuestra iniciativa e individualidad

Estamos ante un libre recomendable, como todos los suyos, los de un cerebro que supo ver más allá de los tópicos y doctrinas de su época, de las salidas simples y falsas; alguien coherente con sus planteamientos, que se sumergió en la masa de esclavos sufriendo en su carne y espíritu sus desgracias, que son las nuestras, por más que vivamos en una falsa felicidad de cara a la galería, mientras por dentro somos juguetes rotos de fuerzas que escapan a todo control, cercados por la depresión, la tristeza, la ansiedad y los suicidios. En Simone Weil, hay, por tanto, una guía, un sendero a continuar.


miércoles, 17 de enero de 2024

El hombre en busca de sentido

 El hombre en busca de sentido es un libro terrible, si bien con algunas gotas de luz, sobre la experiencia de Viktor Frankl, un psiquiatra internado en campos de concentración nazis.

Pero su testimonio difiere de otros en que no se limita a narrar sus vivencias, sino que hace un análisis profundo del alma humana, especialmente de los prisioneros, de sus sufrimientos, de quienes cedían y se deshumanizaban totalmente y quienes resistían, manteniendo su bondad hasta el fina, eso sí, sin juzgar a nadie, comprendiendo las estremecedoras condiciones de vida que se generaban en los campos de exterminio, y la necesidad de sobrevivir como fuera que brotaba de muchos internados.



El hombre en busca de sentido es un alegato en defensa de la libertad interior y la capacidad de elegir de los seres humanos aún en las más atroces de las condiciones. Un libro durísimo, sincero y bello a la vez que merece tener su hueco en todas las librerías y bibliotecas del mundo, por las lecciones que ofrece.

domingo, 14 de enero de 2024

La isla del aire

 En el Teatro Español se está representando una brillante y delicada obra de Mario Gas, La isla del aire. Dicha obra nos narra el encuentro de cinco mujeres de una misma familia, encabezadas por la madre, una anciana de noventa años, encadenada a una silla de ruedas.

Pero lo que parece un encuentro agradable se va enturbiando conforme empiezan a florecer los conflictos soterrados y enterrados en el interior de cada una de la mujeres, los odios reprimidos durante años en los rincones más oscuros del alma, esas miserias y fracasos de las que culpamos a otros, especialmente a los progenitores.

Pero también emergen los fracasos vitales y amorosos, las decepciones personales que nos golpean y hacen caer en la lona aturdidos durante un tiempo, hasta que, poco a poco, logramos enderezarnos para enfrentar otra vez la aspereza de la vida.



No obstante las cinco mujeres, al sacar a la luz los monstruos agazapados en su interior comienzan un proceso curativo y redentor que le da a La isla del aire un carácter más luminoso que tenebroso.

En fin, estamos ante una obra que combina de manera extraordinaria humor y tragedia, sombras y luz, miseria y redención. La vida misma expuesta en un escenario.