viernes, 31 de diciembre de 2021

La automatización y el futuro del trabajo

 Interesante libro de Aaron Benavav, economista cuyas tesis se alejan de la tendencia achacar las culpa del aumento del desempleo y subempleo a la automatización, al constante desarrollo tecnológico.

Para el autor, el futuro próximo no vendrá marcado por la obsolescencia del trabajo, sino por los empleos precarios, mal pagados y cada vez más en el sector informal. Aaron sostiene que la base de la crisis en la que estamos no viene tanto de la sustitución del trabajo humano por las máquinas, sino por la desindustrialización provocada por la sobrecapacidad del sector industrial, consecuencia a su vez de la competencia entre países y el abaratamiento consiguientes de sus productos, así como de la escasa productividad del sustituto del sector manufacturero, el sector servicio. No se ha encontrado, al menos hasta ahora, un sustituto al sector industrial que tire de la máquina. 



Resumiendo, como se explica en el prefacio, con la desaceleración del crecimiento económico, descienden las tasas de empleo, y este es el motivo, y no la automatización en general, la que ha causado una subdemanda de empleo. Por tanto, el autor nos pone un ejemplo tomado de una famosa película de los ochenta, Ellos viven, donde el protagonista se pone unas gafas de sol que le permiten ver la realidad detrás de todo .Si dispusiéramos de gafas similares veríamos una realidad tras la publicidad y la propaganda, no de fábricas automatizadas ni robots paseando por las calles, sino un mundo desindustrializado, infraestructuras ruinosas y trabajadores precarios, así como una masa enorme de capital financiero con cada vez menos lugares donde invertirse.

En fin, un libro recomendable que se aparta de las tesis dominantes y nos sitúa más cerca de la realidad que habitamos.



sábado, 25 de diciembre de 2021

Reflexiones incoherentes de un cristiano agnóstico

 Toda mi vida ha girado en torno al pensamiento sobre la existencia e inexistencia de Dios. Mi interior ha sido una batalla constante entre la fe y el ateísmo .Entre la esperanza y la desesperanza. Entre la necesidad de sentir un apoyo, una mano, un aliento invisible, y la sensación de soledad y desamparo. He pedido en la intimidad de mi cuarto, acosado por una angustia existencial constante, por un deseo de no haber existido, por acumular la suficiente valentía para terminar con mi existencia, la ayuda de la divinidad.

Mi ser está roto entre un corazón que no tiene el don de la fe, y una razón que cree que hay algo, que el Cosmos y sus leyes no son sostenibles sin un aliento vital detrás de todo .Pero cuando falta el sentido del corazón, la razón no vale, no alcanza para rozar siquiera levísimamente el Misterio de lo incognoscible.

Admiro al Dios cristiano, a Jesús de Nazaret hecho hombre, ayudando al prójimo, acudiendo a fiestas y siendo torturado y crucificado .Aprecio la idea de un Dios que se abaja y humilla hasta sufrir el mayor tormento, la mayor desdicha, como un ejecutado por criminal y blasfemo. Pero no admiro a la mayoría de la Iglesia, ni me identifico con el sentir de la mayoría de los cristianos, sin que por cierto me sienta superior a ellos, sino por lo contrario un dechado de incoherencias.



Por todo lo mencionado, si tuviera una fe real, una fe que se extendiera como enredadera en mi interior, sería cristiano .Incluso sin esa fe podría serlo si el cristianismo fueran fraternidades, encarnación en los cuerpos y las almas de la comunión, donde el tener, el dinero y la clase social fueran aherrojados a la hoguera de las vanidades.

Por eso soy un cristiano agnóstico, un cristiano sin fe real, un individuo ante el que Dios ha pasado de largo, exiliándole de su calor . Alguien que escucha el silencio de Dios y que afronta las torturas de la vida sin apenas ilusión, con un feroz deseo de cerrar los ojos cuanto antes para ser engullido por el tiempo sin tiempo de la eternidad.

En todo esto reflexiono un día gris y lluvioso, en medio de una vida gris y tormentosa cualquier día de navidad de cualquier año.

sábado, 11 de diciembre de 2021

La hija

 Inquietante, magnética, dolorosa, cruda, sin buenos ni malos, La hija es una extraordinaria película con reparto magnífico que bucea en lo más oscuro de la moral, de los deseos, de aquel momento en que un sueño pierde sus frenos despeñándose de una alta cima, como los desoladores y maravillosos paisajes en los que transcurre la vida aislada de sus protagonistas. 



Una paraje e Irene, una adolescente de un reformatorio embarazada, que comparten espacio, dudas y tinieblas. Y nada más debe decirse de La hija, pues no quiero desentrañarla, sino que acudan a visionarla sabiendo lo mínimo de ella.

sábado, 4 de diciembre de 2021

No cosas. Quiebras del mundo del hoy

 Hoy les recomiendo el nuevo libro de uno de los filósofos contemporáneos más leídos, Byung-Chul Han. Se trata de No cosas. Quiebras del mundo del hoy. En el citado texto el autor denuncia la destrucción de las cosas, de la materialidad, de lo que nos une, lo que crea lazos, lo que nos hace ser, lo palpable, lo tocable por el mundo digital.

Mundo de las no cosas, donde reina como soberana absoluta la información. Información que nos descorporiza, nos desmaterializa, nos convierte en entes habitantes de la nube. Perdemos el uso de las cosas, y, por tanto, el amor a los objetos, que nos anclan en el ser, en la memoria, en los afectos del corazón. La infomanía, de la que todos somos más o menos enfermos, liquida la alteridad, al otro, a la comunidad, la comunicación real, generando egos aislados, depresivos.



Lo digital, el ruido constante que es la información, su existencia efímera para pasar a otra información y así sucesivamente nos convierte en esclavos de los estímulos constantes destruyendo el verdadero silencio, el que nos permite adiestrarnos y encontrarnos en la atención, en la contemplación, por tanto en las cosas, en los paisajes, en los otros.

Han se nos muestra como un crítico del mundo del hoy y sus tecnologías, y si bien algunos lo critican por decir banalidades, por no tener ninguna propuesta política contra el orden, por ser elitista y un nostálgico de lo antiguo ,de los objetos bellos como su elogio a la gramola de No cosas, yo me quedo con lo filósofos y pensadores que advierten de la derrota humana, de su retirada, vencidos por la técnica digital, que no con los que enarbolan programas e ideologías, pensando que en su persona e ideas está la salvación.







jueves, 11 de noviembre de 2021

El olvido de sí

 Magnífico libro que nos lleva a la vida de un personaje tan fascinante y extravagante, como desconocido en estos lares: Charles de Foucauld. Vizconde francés que vivió entre fines del siglo XIX y principios del XX, huérfano a temprana edad, quedó al cuidado de su abuelo. Lector voraz, en la adolescencia perdió la fe y posteriormente se introdujo en la carrera militar, llevando una vida muy disipada, malgastando el dinero recibido en juergas con amigos, yendo con prostitutas y llegando a ser despedido por indisciplina.

Su vida fue muy interesante por cambiante y movida. Fue explorador del Sáhara marroquí, escribiendo un libro sobre esas tierras ignotas para los occidentales, por lo que logró reconocimiento internacional. Pero, hombre inquieto y buscador, se fue abriendo nuevamente a la fe, sintiendo la llamada de su Dios y volvió al catolicismo y a sus prácticas rituales.

Su fe católica se inspiró en imitar la vida de Jesús, especialmente su vida oculta en Nazaret, la de trabajador que vivía modestamente entre el pueblo .Renunció al nivel de vida que pudo llevar y a la fama, para irse unos años a tierras sirias con la orden de la Trapa, una de las que llevaba una vida más austera y difícil . Culo inquieto, buscaba servir a los demás y fue partidario decidido del "abajamiento", es decir de descender en la escala social, de buscar la humildad e incluso el fracaso , tal como hizo el Dios cristiano, que se hizo hombre y acabó ejecutado. 


Se trasladó posteriormente a un convento de monjas donde hizo de recadero para ellas. Tampoco estuvo demasiado tiempo, pues al enterarse de que lo veían como un santo, se marchó. Escogiendo un destino aún más duro pero soñado: el Sáhara. Allí vivió entre musulmanes, lo que se llamaba antaño infieles. Llegó a idear proyectos para crear una Orden religiosa, Los ermitaños del corazón, sin ningún éxito.

No logró ningún discípulo, ni ninguna conversión, lo que al principio vivió como un fracaso, hasta que se dio cuenta que no era tal. Que su función era la de dar amistad y amor a las gentes, conviviendo con ellas, a su lado, aunque no compartieran su fe. Su cristianismo fue un cristianismo auténtico, basado en la oración, el ayuno y la caridad. Pero no la caridad del "superior", del que mira con pena o por encima del hombro, sino la caridad del compartir y repartir todo lo posible como un igual y abrir las puertas de la ermita que se construyó por sus propias manos a todo el que pidiera entrar.

En su vida se unen en perfecta  armonía una profundísima fe, una búsqueda incansable y una sed absoluta de la divinidad, con un hombre de acción, que defendía la igualdad del hombre y la mujer y que combatió la esclavitud.

Hombre incomprendido por la mayoría, al final de su vida entendió lo esencial de la atención, así como tuvo una sencilla y profunda iluminación a la vez, que le enseñó el camino real de la felicidad y de Dios. Su vida, su obra, sus intuiciones, marcan el sendero por el que debería caminar un verdadero cristianismo, si éste quiere evitar honestamente su decadencia, sus vidas ajenas a Jesús y buscar el sitio donde debe estar todo cristiano que se quiera auténtico: el último lugar, con los olvidados, fracasados y derrotados, según los valores sociales, que como bien se dicen en el libro son los contrarios a los valores de Dios.

En resumen un libro recomendable y una figura merecedora de ser rescatada del olvido, aunque predicara el olvido de sí, como norma de conducta para encontrarse a uno mismo.




domingo, 24 de octubre de 2021

Muerte de un viajante

 Extraordinaria adaptación de una obra teatral del escritor y dramaturgo Arthur Miller. Muerte de un viajante retrata los últimos tiempos de vida de Willy Logan, un viajante que vive obsesionado con el sueño americano, con llegar a triunfar en la vida, hacer dinero, recibir la admiración de los demás. Agotado, interiormente frustrado, cada vez más marginado en la empresa a la que ha entregado toda su vida, traslada su obsesión, sus sueños irreales, a sus hijos .

Especialmente al mayor, un buen deportista, pero no tan buen estudiante . Éste acaba teniendo una relación tormentosa con el padre, buscando romper con los valores materialistas en los que ha sido educado más la presión por triunfar y llevar una vida totalmente diferente, aunque en su interior sigue más apegado a ellos de lo que quiere creer, y solo al final es capaz de descubrir la verdad, la realidad: todos ellos son gente normal, o mediocre. Los sueños de grandeza, de gustar a los demás, sólo generan insatisfacción y una vida falsa.



La obra es una crítica de un capitalismo desalmado, que genera una competencia feroz y unos sueños ajenos a la realidad, con la acumulación de dinero como constante anzuelo, pervirtiendo los sentimientos elevados y humanistas y haciéndonos llevar vidas amargas y tormentosas, buscando ser lo que no somos, fingiendo con las caretas que llevamos a cuestas con los otros el ser lo que no somos..

Si pueden verla, no se la pierdan, pues también están muy bien retratados el resto de personajes que circulan por Muerte de un viajante: la esposa comprensiva que todo lo tolera, el hijo secundario del que nadie espera nunca nada, la amante, el jefe explotador... En resumen una magnífica historia que no ha perdido nada de actualidad.

sábado, 16 de octubre de 2021

Maixabel

 Emotiva película de Icíar Bollaín que nos lleva a un tema tan doloroso como peliagudo: los asesinos de ETA y sus víctimas, el dolor, la crueldad y el perdón. Maixabel es la viuda del político socialista José María Jáuregui, brutalmente asesinado de un tiro en la cabeza en el año 2000 .Dos vidas rotas que intentan salir adelante, ella y su hija.

Algo empieza a cambiar cuando recibe la insólita petición de uno, y luego dos de los asesinos de su marido, que buscan expiar su terrible acción. ¿Es lícito o si quiera posible escuchar a quienes rompieron tu vida, la sumergieron en un pozo de amargura, en una existencia de arrastrar los pies y seguir adelante con químicos? .¿Es posible el perdón?. ¿Qué pasa por la cabeza de alguien que se transforma en un monstruo sediento de sangre, que celebra los atentados y qué hace que algunos reflexionen, cambien y retomen su humanidad?.



Todo esto lo vemos desplegarse en Maixabel, junto al retrato de una sociedad como la vasca, enferma de silencios y odios, donde familiares de sangre se negaban a condenar el atentado de alguien muy cercano, con quien compartió momentos de felicidad, encuentro y cariño, rota por los demonios del fanatismo.

Las interpretaciones, especialmente las del siempre brillante Luis Tosar, metido en la piel y el cerebro de un etarra atormentado, son magníficas. Así que, sin más, les animo a que no se pierdan la película.


jueves, 7 de octubre de 2021

No me tapes el sol. Cómo ser un cínico de los buenos

 Magnífico libro de Eduardo Infante, que nos acerca a una corriente filosófica marginada, denostada, condenada al rincón del olvido, el cinismo. Concepto que, para remate, ha tomado un significado totalmente diferente del que enarbolaron los cínicos, que no era el de mentira y falsedad, de adaptación a la sociedad y al orden de cada época, sino lo opuesto: franqueza, sinceridad, búsqueda de la verdad, rechazo de los convencionalismos y las normas sociales que no pasan por el tamiz de la razón.

El cinismo surge en una época de crisis del mundo griego en todos los aspectos: político, social, moral...Una época donde las antiguas certezas, el ideal de vida de la polis, el sueño de un imperio mundial de influencia griega se desmorona. Algo no muy distinto a nuestra época, por cierto. En este sustrato emerge una corriente de filósofos alternativos, contestatarios, que hacen bandera y vida de valores como la autosuficiencia, es decir la ausencia de necesidades, la autarquía, que es que uno por sí mismo puede ser feliz y la autonomía, que viene a significar el gobernarse cada uno a sí mismo guiado por su razón.

Los cínicos decidieron rechazar el gregarismo, los valores de su sociedad. Consideraron que la vida feliz era aquella sencilla, inspirada en la naturaleza, donde se debían restringir las necesidades materiales al mínimo, huyendo de la búsqueda del lujo y el confort material. Lo esencial era la virtud y la libertad. Virtud entendida como el fortalecimiento del carácter, pero también del cuerpo, para afrontar los golpes y penalidades de la vida. Y la libertad entendida como no ser esclavo de los objetos materiales, jamás perseguir la riqueza, dar importancia al dinero, buscar la gloria y el honor, ser elogiados y admirados.



Al contrario, sus figuras buscaban el rechazo y la reprobación de la manada social, ejercitándose en actividades que les permitían vencer la vergüenza: entrar a un teatro cuando todos salían, caminar marcha atrás, salir a pasear con un arenque... Su rechazo de las convenciones sociales les llevaba incluso a fornicar en público, imitando al perro, de donde viene originalmente la palabra cínico. La palabra perro era un insulto en aquel mundo, por lo que los cínicos lo adoptaron como animal a seguir.

Esta escuela rehuía  la búsqueda del placer, pues tal búsqueda nos acerca a la esclavitud, a una vida de ansiedad y miedo. No rehuía, sin embargo, la satisfacción de los placeres sencillos y naturales, cuando se presentaba la oportunidad o apretaba la necesidad: comer y beber en el ágora o en templos, e incluso la masturbación.

Sus actividades, su forma de vida-no olvidemos que si la filosofía clásica buscaba ser una forma de vida, el cínico la representa de manera total y coherente- buscaban también la ataraxia, o sea la serenidad. Estos filósofos pueden considerarse, aún si consideramos algunas de sus obras un tanto excesivas, unos verdaderos héroes. Es conocida la animadversión de los cínicos, principalmente Diógenes, por la filosofía oficial, especialmente Platón. Los cínicos rechazaban la centralidad que éste daba al mundo del ideal, de una suerte de modelo eterno e inmaterial del hombre,  así como a cualquiera que vendiera la felicidad en una vida eterna olvidando nuestras vidas en el mundo material del ahora.

Rechazaban el sistema educativo de confinamiento, teoricismo y por ciclos, diciendo que una verdadera educación debería preparar para la vida real. Consideraban que la educación creaba esclavos, gentes que aceptaban los valores de la sociedad, es decir preparaba para ser un ladrillo del muro, pero no entrenaban en la virtud.

Eran críticos de la esclavitud, idea tan sorprendente para la época como los poquísimos que hoy se atreven a condenar el trabajo asalariado, continuador de la esclavitud. Eran cosmopolitas, es decir toda la Tierra y el Cosmos era su patria. Creían en la igualdad de sexos, rechazando el patriarcado absoluto de la sociedad griega, y ahí tenemos a la filósofa cínica Hiparquia, mujer del también discípulo de Diógenes, Crates.

No creían en ninguna forma de Gobierno, sino en la razón como guía, es decir sostenían una suerte de comunidad autogobernada a través de acuerdos y pactos libres. Combatían a los tiranos y no se acercaban al poder ni a los poderosos.

En fin, estamos ante una escuela de hombres y mujeres extraordinarios, valientes, que buscaban subvertir los falsos valores de la sociedad y curar a las personas para llevarles a una vida feliz imitando a la naturaleza y a los animales con una vida frugal y más salvaje.

En una época moribunda como la nuestra, donde todo se está viniendo abajo, incluida la educación oficial y familiar, aquella ficción conformista del estudia y serás alguien en la vida, tendrá un buen sueldo y disfrutarás en tu tiempo libre de ese consumismo y esos placeres artificiales y vacíos, puro aparato propagandístico  que se disuelve como un azucarillo ante la realidad tozuda, el renacimiento de corrientes filosóficas y espirituales de vida como la cínica, sería una gran noticia. ¿Lo veremos?. Me temo, siendo sincero, que no. Al menos en mucho tiempo.



martes, 28 de septiembre de 2021

El fin de todo(astrofísicamente hablando)

 Interesante y ameno de la física teórica norteamericana Katie Mack, en el cual analiza las teorías más plausibles que intentan explicar cómo terminará nuestro Universo.

La primera es La Gran Implosión, según la cual la expansión acelerada del Cosmos, se frenará, produciéndose con mayor frecuencia choques y fusiones entre galaxias y agujeros negros, lo que aumentará la fuerza de las interacciones gravitatorias, lanzando estrellas y planetas fuera de sus órbitas, proceso que se detectará inicialmente porque las galaxias más cercanas se desplazarán al azul, en vez de al rojo, siguiendo el efecto doppler, que determina que cuando algo se acerca a nosotros, aumenta la frecuencia del sonido, llamándose desplazamiento al azul, porque este color determina la mayor frecuencia, el mayor acercamiento, mientras que el desplazamiento al rojo implica alejamiento de los objetos.

Un efecto destructivo caso de producirse La Gran Implosión sería que la radiación de fondo, difusa y débil, aumentaría su energía e intensidad en todas partes. Pero habría algo peor, y es que la radiación de estrellas y los chorros de partículas de alta energía, al desplazarse al azul y por tanto generar energías más altas al condensarse, logrará encender la superficie de las estrellas, y éstas sufrirán explosiones nucleares que provocarán que el espacio se llene de plasma ardiente. En este infierno la materia acabará reducida a sus partículas, sin poder saber si habrá o no rebote. No obstante, sin descartar este futuro, actualmente el Universo se está expandiendo aceleradamente, por lo que su futuro más probable es La muerte térmica. 



Este escenario, La muerte térmica, tendría lugar en un Cosmos que se expande indefinida y aceleradamente, debido a que la energía oscura, esa energía desconocida que sería la que provoca su expansión acelerada, sería una constante cosmológica-cosa posible, pero no segura-. En ese escenario los objetos se alejarán unos de otros hasta irse convirtiendo todo cada vez más oscuro y vacío, no habrá nada que pueda alimentar nuevas estrellas y los agujeros negros se evaporarán. La entropía del sistema aumentará-es decir el desorden- lo que paradójicamente hará aumentar la temperatura.

Pero si la energía oscura no fuera una constante, podría producirse un final de todo llamado El Gran Desgarro, que provocaría un estiramiento del espacio dentro de la propia materia, una suerte de destejido que en su extremo provocaría la ruptura de las moléculas, y por tanto la muerte de cualquier ser que sería desgarrado en su interior.

El penúltimo escenario descrito es La desintegración del vacío. Para comprender este posible final, hay que comprender el concepto de potencial, que es un constructo matemático que representaría cómo puede cambiar el valor de un campo y dónde prefiere estar. La autora nos presenta el campo de Higgs como una roca que rodara por la pendiente de un valle. El potencial sería la forma de esa pendiente. Y así como la roca frenará en el fondo del valle, el campo de Higgs buscará el estado de menor energía, aquel donde el potencial toma el valor más bajo, y allí permanecerá.

Pero, ¿y si existiera un estado de vacío situado en un lugar con un potencial más bajo?. Pensemos en una W inclinada. Si así fuera el vacío de Higgs sería estable temporalmente. El tiempo suficiente para haberse creado estructuras sólidas que favorezcan la creación de vida. Pero si estamos en un falso vacío, existe el riesgo de que en algún momento, por alguna perturbación, el campo de un salto lo llevara al fondo del valle, al vacío verdadero. Esto podrían provocarlo fenómenos  como la evaporación catastrófica de un agujero negro, una explosión de altísima energía, o un evento de túnel cuántico.

Si se produjese un evento así, se formaría una burbuja de vacío verdadero, burbuja que se iría extendiendo, en la cual las leyes de la física son diferentes, y las partículas se reorganizan de otra manera. Todo lo que toque esta burbuja en expansión sería golpeado e incinerado por su pared de altísima energía.

La última hipótesis es El rebote. Esta hipótesis parte de la dificultad de explicar la debilidad de la fuerza de gravedad en comparación con otras, lo que ha hecho pensar a algunos científicos en la probabilidad de que escape hacia otra dimensión. Podríamos, según estos científicos, vivir en una especie de brana o membranas de 3 dimensiones,, fuera de la cual hay un espacio de más dimensiones. Podría ser que todas las fuerzas estuvieran confinadas en nuestra brana, no así la gravedad, que no estaría limitada a nuestro espacio tiempo, pudiendo filtrarse a otras dimensiones. Esta tesis implicaría la posible existencia de otras branas cercanas, o paralelas que podrían explicar el origen del Universo. En la versión original de este modelo, llamado ecpirótico, el Universo se calienta y expande, en vez de por la inflación, por un choque de branas. Tras el choque, las branas siguen su camino y se alejan, pero posteriormente volverán a encontrarse. Por tanto el Universo sería cíclico, en un proceso constante de creación y destrucción

En fin, estamos ante un libro apasionante, complejo, sí, pero al que no falta sentido del humor y humilde, en el sentido en que reconoce que si nuestro final es abierto, también lo es nuestro origen. En cosmología, de momento, todos son conjeturas e hipótesis, y aún queda un larguísimo camino para conocer la Verdad, si es que alguna vez se logra alcanzar

 

lunes, 20 de septiembre de 2021

La Máquina se para

 Escrito en 1909, el libro de E.M. Foster ha resultado visionario en múltiples aspectos. En un mundo futuro la gente vive bajo tierra, en celdas hexagonales, rodeados de artilugios y botones que les garantizan todas las comodidades del mundo sin ningún tipo de esfuerzo.

La comunicación es a distancia, a través de artilugios técnicos que permiten la visión a distancia, y el envío de mensajes que el autor llama neumáticos .No hay contacto físico ni experiencia real de las cosas, y se considera que la superficie exterior está contaminada, por lo que para salir hay que pedir permiso y llevar un respirador. Los protagonistas son una madre y su hijo, hijos que a los pocos años son enviados a guarderías públicas, pues no existe familia en aquella sociedad adoradora de La máquina.



Ella es conformista, y acepta plenamente las normas del sistema. Él es un inconformista, inquisitivo, que quiere experimentar otra realidad. La visión sobre el futuro y determinados avances tecnológicos es sorprendente por sus aciertos: internet, skype, el correo electrónico... pero sobre todo la pandemia de 2020 parece ser una confirmación de su libro. Todos con bozal, manteniendo distancias de seguridad y saludándonos como gilipollas  con el codo, siguiendo las consignas del "yo me quedo en casa" y con el teletrabajo. No sea que nos contagiemos y nos vayamos al otro barrio .La vida lo es todo, aunque sea una vida vacía y sin sentido.

La Máquina se para es una crítica del mundo artificial, tecnolátrico, destructivo del hombre y la naturaleza que Foster veía desarrollarse poco a poco a su alrededor. De ese mundo, que es ya el nuestro, donde la búsqueda de la comodidad y el bienestar lo es todo, donde el esfuerzo, los músculos y nervios, van quedando arrinconados, encerrados en nuestros cuartos con nuestros cachivaches, mandando mensajes de 140 caracteres, enviando chistes pero prácticamente nada serio, nada que nos agite y nos turbe hasta lo más íntimo. Un mundo  donde también muere la belleza, la sensibilidad, y la uniformidad se impone.

El texto es breve, se lee en poco más una hora, te hace pensar, reflexionar y detestar algo más una civilización que nos arroja a ser sirvientes de la megamáquina, una megamáquina que nadie comprende ya, como se comenta en el libro, en su totalidad.

Disfruten del libro y refuercen su rechazo interior a este sistema tecnocrático, de culto a la fealdad y a la eficiencia productivista, a la mentira institucionalizada y a la demolición de lo humano, convirtiéndonos en engranaje de la megamáquina. Por cierto megamáquina que comienza a chirriar claramente, como puede observar cualquier atento lector que rehúse usar las gafas del régimen en sus diversos formatos y coloridos. Hay esperanza, aunque entremezclada con graves amenazas, cierto es

domingo, 5 de septiembre de 2021

La lucha por el futuro humano

 He leído un libro muy interesante a la vez que crítico con el desarrollo tecnológico separado de la conciencia moral y de la espiritualidad, fundamentalmente todo lo que se está desarrollando con la revolución digital y el desarrollo de las redes inalámbricas, con el 5G como bandera.

Para el autor del libro, La lucha por el futuro humano,  estamos expuestos a una altísima radiación electromagnética, perjudicial para la salud como han determinado estudios independientes pero negados por los gobiernos. Pero lo más preocupante es el desarrollo de la realidad virtual, de la realidad aumentada, que nos separa de lo real, de la experiencia, del contacto con la naturaleza y con los otros. El cuerpo, el cerebro, la vida en una palabra es considerado algo computacional. Por tanto el alma es negada, así como sucumbe la necesaria vida interior, convirtiéndonos en una especie de seres maquinales.



Detrás de todo hay un proyecto de control y dominación total de la sociedad y de la naturaleza, de obtención de beneficios .El autor se propone recuperar nuestra esencia, no convertirnos en una especie de seres maquinales, incapaces incluso de distinguir realidad de ficción virtual. Su propuesta es, aceptando las protestas políticas que considera necesarias, de tipo espiritual. Y su originalidad, discutible para algunos en cuanto a que su tesis es arriesgada,  consiste en considerar lo existente, incluyéndonos a nosotros, como luz, luz condensada, estando el pensamiento y el bien vinculados a la luz solar, como podemos experimentar en un paseo al amanecer observando nuestro interior y la naturaleza que nos rodea, toda esa sensación de plenitud. Siendo esencial, por tanto recuperar la iluminación solar, natural frente a la luz eléctrica, que considera vinculada más al mundo de las máquinas.

En fin, estamos ante un libro que advierte de los riesgos que nos amenazan, a los que da una salida múltiple pero centrándose en el mundo del espíritu, de las viejas tradiciones, lo que en una época dominada por un positivismo y materialismo cientificista de bajos vuelos, podrá no convencer a muchos. Pero ahí queda su tesis.

domingo, 29 de agosto de 2021

Reflexiones sobre Afganistán , el cementerio tecnológico occidental y el triunfo talibán

 Hemos asistido a una derrota en toda regla de Occidente en Afganistán, fundamentalmente de Estados Unidos y la OTAN. Unos miles de combatientes han conseguido que todo un ejército formado, armado y entrenado durante años, se disolviera como un azucarillo, y que los occidentales hayan agachado la cabeza y aceptado todas las condiciones de los talibán, no habiendo sido capaces de crear un corredor humanitario o evitar durante un tiempo largo la caída de Kabul, para evacuar al mayor número posible de gente.

Es cierto que la marcha de Afganistán era algo que se sabía desde hace años. Las negociaciones con los talibán son conocidas y es probable que haya habido acuerdos secretos. El propio desconocimiento por parte de las potencias occidentales de la idiosincrasia del pueblo afgano, que considera cualquier intervención exterior al país una invasión que rechazar, ha jugado en su contra.



Pero dejando aparte estos temas, lo que motiva más las reflexiones es cómo  han logrado triunfar los fundamentalistas islámicos frente a una maquinaria bélica y tecnológica muy superior. Y aquí entra en mi opinión el tema de los valores, de los principios. El gobierno afgano era un gobierno muy corrupto y la llamada democracia afgana una ficción más que una realidad. Mientras, los talibán tienen principios, valores. Principios y valores terribles y nefastos, pero principios. 

¿Los tienen realmente las poblaciones occidentales?. Nos jactamos de nuestras libertades, de nuestros derechos, cacareamos sobre nuestros principios. Pero, ¿ cuál es nuestro ideal de vida, nuestra idea de libertad?. Pues poco más que el éxito laboral y económico, viajar, disfrutar de la vida y poco más. Es decir una idea de libertad como hedonismo, como meros placeres, además dirigidos y ofrecidos en los breves tiempos de libertad condicional, de ganado al que se saca de vez en cuando para que paste un tiempo, y vuelva a la cárcel o al redil.

La idea de libertad como no dominación no se ha desarrollado apenas, lo que no quita para que reconozca que en nuestras sociedades aún se pueden respirar algunos derechos y libertades. Quiero decir que no las comparo con las teocráticas. Pero el vaciamiento de los valores, la práctica extinción del pensamiento crítico y rebelde así como de los sectores antaños subversivos: una parte, quizá no grande pero activa de la juventud y del llamado proletariado- muy mitificado por ciertas ideologías, pero ese es otro tema-, el sálvese quien pueda, el individualismo gregario, donde todos nos creemos únicos pero no salimos del tiesto, de la jaula, ha convertido Occidente en un cementerio. Un cementerio rodeado de cachivaches tecnológicos, de adelantos técnicos en los que se ponen enormes esperanzas.

Pero un grupo de fanáticos barbudos ha demolido toda la grandilocuencia y magnificencia del occidente tecnófilo y tecnocrático. Nuestra civilización ha recibido un golpe, y una advertencia clara. ¿Cuánto tardarán en convertirnos en reinos tributarios islamistas, rusos o chinos, y eso si no nos reducen a escombros?. ¿O acaso esperamos de unos intelectuales serviles a los poderes , al triunfador, al ganador, una llamarada rebelde, y más cuando, como síntoma de nuestra decadencia ya no se puede hablar apenas de intelectuales, sino de tertulianos, en general cotorras que gritan en los platós en defensa de un partido u otro como simples hooligans?. La realpolitik se impondría y hasta casi todas las feministas guardarían silencio si los triunfadores fueran los de la sharia, por aquello de la falsa valentía del antifascismo muertos Hitler, Musolini o Fanco.

Para finalizar, aunque indudablemente Estados Unidos queda tocado, y parece en franca decadencia, no debemos olvidar que su geopolítica, desde Trump, se basa en centrar su enfrentamiento con China, su mayor rival, lo que implica retirar fuerzas de distintas partes del mundo. Ambos, chinos y norteamericanos, preparan la guerra mundial. Los yihadistas, mientras, esperan su ventana de oportunidad. Que ambos países se aniquilen, logrando imponer ellos sus valores a un destruido occidente que no tiene otros valores serios que oponer, ni espirituales, ni filosóficos, ni político-económicos de recambio, que generen individuos fuertes y solidarios. El desierto reina en nuestras almas.


domingo, 15 de agosto de 2021

Tiempo

Amena película que plantea un tema original: en una playa paradisiaca, unos cuantos elegidos para disfrutar de su bello paisaje y sus claras aguas por el director del hotel, empiezan a sufrir un proceso aceleradísimo de envejecimiento. Intentan escapar, pero no parece posible.

Tiempo tiene distintas lecturas; desde el inevitable paso del tiempo, del que no hay escapatoria posible, hasta las complicadas relaciones humanas, a veces solidarias y otras muy conflictivas que suceden en toda comunidad, y en especial en el microcosmos de una pequeña playa. También hay alguna otra que no podemos mencionar para no destripar la película, de la que cuanto menos se cuente, mejor.



Tengo que reconocer, sin embargo, que esperaba más de ella, especialmente conociendo que su director lo es de un filme también original pero muy superior: El sexto sentido. Algunos personajes están demasiado estereotipados, y, algunas situaciones demasiados forzadas, lo que hace que en ocasiones parezca más una película de sobremesa, aunque su extrema originalidad la hace remontar.

Y más, como decimos, no se puede decir. Cada uno tendrá su opinión de Tiempo, para mí arriesgada y amena, pero no brillante.


lunes, 26 de julio de 2021

La alegría del autillo

 Uno siempre ha querido y admirado a los seres de la noche, fundamentalmente búhos y murciélagos, no muy bien vistos por la mayoría de la gente, especialmente los segundos. Los murciélagos abundan en nuestros barrios, pueblos y ciudades, y de niño hasta la adolescencia me asomaba a la ventanas, en el crepúsculo, a observar su vuelo, sus giros acrobáticos en busca de insectos. Su sonar, su sistema de ecolocalización, me resultaba fascinante, y siempre que podía me compraba libros de animales donde aparecieran los quirópteros.

Los búhos, claro, eran harina de otro costal. Me conformaba con leer sus nombres, sus costumbres, sus hábitat, pues no esperaba verlos ni escucharlos donde vivo. Muy ocasionalmente, cierto, al habitar un barrio con numerosos árboles y jardines, soñaba con un encuentro sorpresa.

Pero, casualidad o no, últimamente, ese pensamiento, ese sueño, se había reforzado, y cuando caminaba en fechas recientes por el barrio, Santa Eugenia, me ilusionaba con que, quizás, algún día, toparía con alguno de ellos. Y justo hace unas semanas, al volver de madrugada del cumpleaños de mi hermana mayor, arrastrándome con las muletas, una condena en pleno verano, oí el canto de un ave nocturna.



Al principio no me lo creí, escuché más atentamente su llamada pero tuve que reconocer para mis adentros, con gran alegría, que se trataba de un búho. Un modesto sueño se cumplía y un rayo de felicidad pasajera, como toda felicidad, ocupó mi alma. Con posterioridad he vuelto a escuchar su aflautado canto de cuando en cuando, no todas las noches, pero si las suficientes para dar la bienvenida a un nuevo vecino muy querido al barrio. 

No sé si el autillo, que tras escuchar diversos sonidos y reclamos de distintos búhos en internet, descubrí que se trata de la mencionada especie, se ha empadronado en Santa Eugenia, teniendo como casa algún hueco de algún árbol, o es un visitante volador de otra zona, un aventurero o aventurera.

Pero el compañero noctámbulo ha alegrado mis noches, siempre esperando oírle, afilando el oído y henchido de gratitud a la Naturaleza, a la Divinidad creadora del Cosmos, cuando se hace notar su presencia. Y es que no hay mayor alegría que se hagan realidad los sueños sencillos, aquellos que se conforman con los regalos inesperados que nos ofrecen los amigos animales que comparten, a veces visiblemente, otras más ocultamente nuestras vidas, a nuestro lado, aunque a la mayoría les sean indiferentes.

Bienvenido amigo autillo, solo te deseo lo mismo que has creado en mí, que una pequeña luz lunar de ilusión y alegría acompañe tu vida, en nuestro barrio, a poder ser, o en otro. Suerte y, espero, hasta pronto.





sábado, 10 de julio de 2021

Anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana: el nuevo régimen tiránico "capitalcomunista" toma forma.

 Escribí hace casi un año, en este mismo blog, un texto sobre mi idea de que se estaba instaurando un nuevo régimen que califiqué, a falta de otro concepto mejor de "capitalcomunista". Pues bien, en fechas recientes se ha sabido que el gobierno ha aprobado un Anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana en el que se plantea desde la movilización de la población mayor de edad y la obediencia a las órdenes del gobierno, incluyendo los medios de comunicación, que estarían obligados a colaborar con el gobierno, hasta la posibilidad de expropiar bienes privados de los ciudadanos e intervenir  empresas.

El nuevo régimen está tomando forma clara. La quiebra, el colapso económico acelerado por la pandemia lleva a que, para sostener el sistema capitalista, las autoridades empiecen a fomentar medidas que llegan hasta la posible expropiación de bienes de la población. El capitalismo se fusiona con el comunismo, uniéndose ambas tiranías, la brutal y evidente del bolchevismo y derivados mundiales, con la sutil del capitalismo, aquella que mercantiliza al ser humano y le convierte en objeto desechable pese a la retórica trompetera y al autoengaño de las multitudes con aquello de los ciudadanos libres e iguales . El presidente, caso de que se aprobara la ley se convertiría en un caudillo que concentraría todos los poderes, pudiendo tomar las decisiones que quisiera.

Por supuesto esta norma se dice que es sólo para situaciones de crisis. Pero la palabra crisis es muy amplia y ambigua: la crisis puede ser sanitaria, económico-financiera, social, bélica... Y como precisamente nos encontramos en una situación de crisis múltiple, si se aprobara la ley podría aplicarse cuando a Sánchez le diera la gana. Por cierto este Anteproyecto de Ley tiene lugar con un gobierno de izquierdas y sus medidas movilizadoras de la población no distinguen entre hombres y mujeres. 

Se confirma mis tesis de que las izquierdas cumplen un papel importante en el sostenimiento de la Modernidad decadente, de anzuelo para una parte de la población que llega e creer en ellos como salvadores de la población empobrecida y proletarizada del hoy y del futuro cercano. Y del feminismo como engaño no sólo de división y cortafuegos para el surgimiento de una nueva forma de lucha de clases, de lucha por la libertad,  sino como engaño temporal para en un momento dado poder ser  exterminadas en masa en caso de que la crisis bélica, el rearme nuclear, escale hacia algo grave. La movilización no distingue de sexos, por tanto a buen entendedor... Por supuesto la movilización es también un concepto muy amplio y ambiguo, e incluye la posibilidad de realizar trabajos forzados para el nuevo régimen  de gestión del colapso y la miseria, de fusión Estado-Grandes Empresas y del encierro de los desobedientes en cárceles y/o campos de concentración de nuevo cuño .



¿Es España punto de lanza de la nueva política de" totalitarismo democrático"?. Parece que sí, desde luego. Y si nos preguntamos el porqué, tiene fácil respuesta: una población crédula, sumisa y fácilmente aterrorizable, donde, por ejemplo, eliminada la obligatoriedad del bozal en espacios abiertos, una mayoría la sigue llevando, al contrario que otros países europeos. 

Del sistema de partidos a la dictadura no hay tanta distancia. Basta una o unas crisis fuertes, para que todo se venga abajo y el régimen muestre su verdadera faz, favorecida su política por las ideas y modas posmodernas y la práctica desaparición de una imaginación política creadora.

El tiempo dirá si lo que amanece en España se expande por todo el mundo o no. Aquí no me atrevo a hacer predicciones.




jueves, 1 de julio de 2021

La sociedad paliativa

 Nuevamente nos sorprende Byung-Chul Han con un breve y magnífico texto, trufado de frases profundas y reflexiones demoledoras sobre nuestras vidas, sobre el presente.

En La sociedad paliativa se reflexiona sobre el rechazo del dolor y el sufrimiento de nuestra civilización, que solo busca la positividad, la felicidad y el placer .Detrás de ello está escondido un imperativo del sistema neoliberal actual: bajo el "sé feliz" se busca maximizar el rendimiento, es decir explotar y, sobre todo, autoexplotar a los individuos. Sin embargo sin dolor no hay conocimiento, no hay verdadera vida y, paradójicamente tampoco hay felicidad, felicidad que Han, muy acertadamente define como algo fragmentario. Tampoco empatía, ni verdadero amor y amistad, como podemos contemplar en esta sociedad donde el otro es un mero objeto de consumo .Por tanto la sociedad paliativa, sociedad de quienes soñamos con evadirnos del dolor, en castigo recibe doble ración de sufrimiento: el aumento de la ingesta de medicamentos para los problemas psicológicos múltiples que nos acosan y también, por ejemplo, del suicidio, son ejemplo de ello. Por supuesto en la sociedad paliativa del rendimiento esas problemáticas, en el fondo sociales, son presentadas como problemáticas meramente individuales, de responsabilidad exclusiva de la persona. Con la palabrería hueca posmoderna de la positividad y la resiliencia, el que todo lo podemos, asunto resuelto.



Critica el libro la obsesión por mantener la salud frente a la búsqueda de la vida buena, que debiera ser la brújula que guiara nuestras vidas. Esta obsesión, este pánico a la enfermedad, esa histeria por sobrevivir que con la pandemia se ha desatado como tormenta, nos transforma en muertos vivientes, ya que hay desaparecido todo sentido profundo de la vida, convertida en puro biologicismo.

El desarrollo natural de esta forma de vivir, exacerbada por el virus, nos lleva a un régimen policial biopolítico que extenderá sus tentáculos al interior del organismo, generando una situación de dictadura interior, pero que es percibida como libertad al encubrirse con el discurso de la salud, cosa que podemos observar con la fe ciega en las vacunas de ARN, obligatorias de facto cuando no de hecho. Y es que la salud, la ciencia, se han transformado en la nueva religión, junto a la tecnología digital. Así acabamos de asistir a un amago de política represiva concentracionaria: unos jóvenes forzados a encerrarse en un Hotel Covid, -sustituyendo judíos por posibles pacientes aquejados de Covid-19- con la aquiescencia, curiosamente, de los tertulianos y gobernantes de las izquierdas, convertida en el sector más fanático.

 Esto conecta con los sueños transhumanistas de una vida sin ningún dolor, sufrimiento ni siquiera aburrimiento, e incluso inmortal. Una vida de seguridad y confort permanente que no sería vida, pues, insistimos, no hay verdadera vida sin el vivificador dolor, que nos saca del narcisismo, del ego, para conectarnos con la alteridad, con los otros.



miércoles, 23 de junio de 2021

Nacionalismos versus República Comunal Ibérica

 Nuevamente a cuento de los indultos se sigue dando vueltas una y otra vez al problema de Cataluña como en el día de la marmota. La guerra de banderas y de identidades nacionales y linguísticas continua. Mientras los problemas reales, los individuales y sociales quedan arrinconados y ya no se habla del paro, los ERTEs...

Con esto las clases dirigentes y la oposición política ganan tiempo y prosigue el engaño generalizado a los ciudadanos. Las izquierdas, paradójicamente olvidan la igualdad ante la ley y enarbolan el discurso de que hay presos de primera y de tercera y es que las izquierdas hace tiempo que han derivado en reaccionarias, pues con su defensa del derecho a decidir, a los privilegios, olvidan lo que fue su base, la defensa del bien común y la búsqueda de la emancipación, que no iba por el lado de usar la diversidad linguística como instrumento político, sino pelear contra la desigualdad de poder y económica, con visión universalista. 

En cuanto a las derechas, todo esto les permite presentarse como los defensores y abanderados, nunca mejor dicho, de la patria. Patria que quieren en exclusiva para ellos, como si fuera su cortijo. Pero sacar en procesión banderas de España y defender la unidad de la nación, de poco les va a servir en un país que con una tasa de paro juvenil de casi el 50% avanza al tercer mundo a velocidad de crucero. Al igual que los nacionalistas periféricos los nacionalistas españoles son embaucadores que se envuelven en la rojigualda para enriquecerse y saquear a la sociedad, como casi toda la clase política.

En mi opinión todo nacionalismo, excepto casos de colonialismo, es un virus mortal. Y la destrucción de un país en varios, como aconteció en Yugoslavia, un atraso, dejando de lado el riesgo de guerra civil.

Lo positivo, el camino hacia la emancipación parte de la superación lenta, paulatina, de los Estados nación. De dejar de creer en el mito de la soberanía nacional, que es la soberanía de las clases gobernantes para dominar y explotar a su población, sin caer en la defensa de un Estado mundial tipo proyecto El gran reseteo, que sería sumamente peligroso por su extrema concentración de poder, para buscar un proyecto alternativo de federación mundial partiendo de la base, lo cercano, hasta llegar al todo.

Partir de lo local, el barrio, el municipio, no como localismo o nacionalismo, sino como método de acercar la participación política a todos los habitantes que quieran para ir subiendo escalones hasta lo global. Todo esto requiere de un proyecto revolucionario, de un proyecto emancipador que coja lo positivo del pasado junto a ideas nuevas, todo adaptado al tiempo presente. Y por tanto para intentar superar el nacionalismo, sería muy interesante que naciera una propuesta iberista, una propuesta de federación o confederación de España y Portugal. Lo que he decidido llamar República Comunal Ibérica.

Y hablo de comunal porque engarza con una tradición y una práctica de la Península Ibérica, el comunal. Es decir una forma de propiedad no estatal ni capitalista, con una forma de vida que unía el respeto a la individualidad-no era comunista-, con la fraternidad o hermandad. Por lo tanto sería necesario reconstruir el comunal junto a formas de democracia de base, antaño fue el concejo abierto y en tiempos más recientes los consejos vecinales y de trabajadores, destruidos o convertidos en elementos decorativos fundamentalmente por los Partidos Comunistas, como Lenin y Trotsky hicieron en la Unión Soviética.

Una República Comunal Ibérica, de vocación universalista, es decir con un objetivo de República Comunal Universal, debe basarse en lograr alcanzar el trabajo libre, la salida, en lo posible, del asalariado, de la mercantilización y cosificación del ser humano y en una sociedad autónoma. Es decir con libertad reflexiva y de conciencia, rompiendo monopolios y oligopolios de todo tipo así como las tecnologías destructivas o las corporaciones que están destruyendo nuestra capacidad de atención y concentración, básicamente a través de las redes sociales y el mundo de internet. Y dinamitando la telebasura imperante, por supuesto. Los canales informativos han de ser libres y plurales, pues una forma de democracia de base requiere de una información libre, pues se ha de decidir con pleno conocimiento. Por supuesto democracia no debe confundirse con democratismo: hay unos derechos inalienables que ninguna decisión por asamblea o consejo puede tumbar, como la vida o la libertad de cada cual de llevar la vida que crea conveniente, de ir y venir mientras no dañe al prójimo.

Pero una sociedad comunal no se sostiene sin una espiritualidad, es decir sin ver en todo ser humano un reflejo de nosotros mismos y entender que en el cosmos todo está interconectado. Sería positivo que ateos, agnósticos y creyentes ajenos a toda religión desarrollaran una espiritualidad, así como también sería interesantes el renacer de un cristianismo auténtico como el primitivo, aquel que buscaba la comunión entre los hombres, conformar una sola alma, un solo corazón. Eso sí, ninguna religiosidad ni el ateísmo tendrían ningún privilegio.

Para acabar, inspirarse en el comunal, en lo positivo de la Comuna de París de 1871, o en la revolución de consejos húngara de 1956, por ejemplo, puede servir de inspiración para retomar un proyecto que aleje los fantasmas del nacionalismo y los patrioterismos y nuestra condición de eternos esclavizados.



miércoles, 9 de junio de 2021

Vida de Apolonio de Tiana

 Hoy quiero recomendar un libro publicado recientemente en Alianza Editorial, escrito por Filóstrato, escritor de la Antiguedad que relata la vida de un personaje tan curioso como fascinante, Apolonio de Tiana, desgraciadamente casi olvidado.

Se trataba de un filósofo del siglo I dc que abrazó la escuela pitagórica y decidió imitar lo más posible la forma de vida de Pitágoras. Muy joven repartió sus riquezas, pues era de familia adinerada, entre sus familiares y personas necesitadas y se marchó por los caminos vistiendo la túnica de filósofo y abrazando el vegetarianismo y la castidad como su maestro.

Según Filóstrato viajó por numerosas partes del mundo, buscando la sabiduría y luchando por reformar las costumbres morales y religiosas de las distintas sociedades. Se oponía al sacrificio de animales y llegó hasta la India en busca del conocimiento de los legendarios sabios de aquellas tierras. Con el tiempo adquirió una enorme fama que hizo que hasta emperadores o pretendiente al trono, buscaran su consejo.



Crítico de las tiranías, tuvo, sin embargo, problemas con algunos tiranos, llegando a ser juzgado en una ocasión . Como todas las personalidades de enorme virtud y espiritualidad, llegó a ser venerado como un dios, de ahí que en el libro se cuenten numerosas anécdotas y actuaciones de Apolonio que posiblemente sean ficción, y que se asemejan a lo que se cuenta de Jesús de Nazaret, especialmente lo referido a la resurrección de una joven, pero también la adivinación de eventos, como pestes, naufragios, muertes...

No obstante el autor resalta que Apolonio de Tiana no era un hechicero, ni quería saber nada de ellos .Sostenía que era su forma de vida, pura y austera, sin ingerir alcohol ni alimentos de origen animal, lo que provocaba que tuviera visiones de sucesos futuros. Y es que el objetivo de nuestro filósofo, era acercarse a los dioses, lo que requería llevar una forma de vida excepcional.

También es posible que, caso de ser ciertos algunos de los hechos extraordinarios que se le atribuyen, se debiera a los grandes conocimientos que logró poseer al recorrer medio mundo. Su muerte, por cierto, sigue siendo un enigma, siendo también sumamente curioso, en otra similitud con Cristo, que se apareciera después de muerto a un joven que negaba la vida después de la vida.

En resumen, que nos encontramos ante una especie de santo pagano que llegó a ser venerado pero que, dejando aparte el tema religioso nos hace darnos cuenta de la época moribunda en que vivimos, donde son prácticamente imposibles personas como las de aquellos filósofos y escuelas filosóficas que recorrían las calles debatiendo, interrogando e intentando sutilmente hacer mejores a los hombres y mujeres. Y que eran conscientes, como nuestro querido maestro Apolonio, de que el amor a la riqueza, honores y pompas eran un enorme mal.

De hecho, el ideal de nuestro protagonista, que, por cierto, jamás critico el comer carne, beber vino o tener relaciones sexuales-nada que ver con los rigoristas de distintas religiones- era un mundo unido de iguales, lo que solo sería posible, como expresó en una ocasión a sus seguidores, si las personas no persiguieran la riqueza.

Y es que hace tiempo que uno ha llegado a la conclusión que, ante el fracaso de las ideologías de la Modernidad, sólo una, o unas filosofías morales y espirituales que aporten un sentido elevado de la vida, más allá del actual divertirse sin más, como evasión de nuestras vidas de seres usados como carne para la trituradora de almas, podría servirnos de guía e inspiración para salir del abismo.



domingo, 16 de mayo de 2021

El olvido que seremos

 Bello título para una película que ensalza la belleza humana, la bondad, los valores de un médico colombiano, Héctor Abad,  visto desde la cálida convivencia de un niño y un mayor distanciamiento de un joven, su hijo, como corresponde a toda alma juvenil inquieta e inconformista que busca su camino propio, alejándose del niño que ve en el padre un modelo a seguir e imitar.

En El olvido que seremos asistimos a las luchas de un padre de familia por lograr una sanidad universal y unas adecuadas condiciones higiénicas para toda la población de su país, llegando a enfrentarse con las autoridades políticas y académicas de su país. También a las relaciones familiares, a su espíritu tolerante y comprensivo hacia sus hijas y su hijo, único varón. Quizá un retrato demasiado dulce, de alguien sin grietas y oscuridades, hasta que una tragedia rompe el paisaje idílico.



La película, inspirada en la novela del hijo, nos sacude con el protagonista principal, por su constante apego a la rebeldía, por su capacidad de decir no a las injusticias, por su espíritu nunca acomodaticio, siempre altruista, por su consideración que ningún problema de otros nos debe ser ajeno, hasta arriesgar  su vida si es necesario.

En fin, para terminar, decir que estamos ante una gran película que celebra la vida, con sus alegrías y sus tristezas, pero por encima de todo la importancia de la bondad, un valor arrinconado en un rincón polvoriento, pero sin el cual la vida sería un infierno gélido. Y la solidaridad, que siempre trae luz a la noche.

jueves, 6 de mayo de 2021

Capitalismo 1679-2065. Una aproximación al sistema que ha producido más prosperidad y desigualdad en el mundo

 Nos encontramos ante un libro ameno, asequible y apasionante del economista Santiago Niño Becerra, el cual revisa la historia del capitalismo, desde sus orígenes, que él sitúa a fines del siglo XVII, con la aparición del habeas corpus en Inglaterra y la extensión paulatina de las libertades individuales y de comercio frente al absolutismo, hasta su tesis de su final hacia 2065.

Un sistema basado inicialmente en una prácticamente inexistente intervención del Estado en la economía, el modelo clásico, que entró en crisis en el crack del 29, que generó, especialmente tras la segunda guerra mundial lo que llama capitalismo de demanda, centrado en el consumo, el crecimiento constante, las medidas de protección social y el pleno empleo.

Sin embargo la crisis del petróleo, junto con el aumento de la robotización y el desarrollo tecnológico en el ámbito laboral, supuso el amanecer del capitalismo de la oferta: aumento del paro, del subempleo y los contratos temporales, deslocalización y financiarización económica, es decir un alejamiento de la economía real. Lo importante era la producción, el beneficio empresarial. Para sostener el sistema se fue entrando en una política de dar créditos sin contemplar posibles riesgos, aumentando vertiginosamente la deuda.



Hasta que estalló la crisis de 2008, crisis en la que aún estamos, y que, agravada por el COVID, que ha supuesto un acelerador de tendencias, el capitalismo avanza hacia una concentración de riquezas, hacia monopolios u oligopolios, con un aumento enorme de las desigualdades y una caída de la clase media, ya iniciada en los ochenta. También aumentarán las medidas de control social y trazabilidad, el autoritarismo. Para el autor, para mantener la paz social se utilizará la renta básica, un ocio muy barato y la legalización de la marihuana o alguna otra droga. Sostiene también la tesis de que los Estados serán sustituidos por corporaciones y que la propiedad privada irá desapareciendo, o, si se quiere, quedará reducida a los dirigentes, a los privilegiados.

Finalmente, hacia la década del sesenta o setenta, el capitalismo dará paso a otro sistema.

En fin, que estamos ante una obra que combina historia con conceptos económicos y un intento de vislumbrar un futuro probable, futuro que en un texto de este blog definí como avance hacia un régimen "capitalcomunista", como tendencia más probable observando la realidad. No obstante, aunque cada vez más escéptico, no cierro la puerta a algún tipo de acción colectiva que pueda llevarnos a otro destino. Y, por otra parte, me mantengo también escéptico respecto al avance constante de la tecnología como algo que mejora el proceso productivo. Estamos viendo como esa glorificada tecnología no puede impedir las crisis, el colapso generalizado.

Pero, en fin, cada cual reflexionará junto a Santiago Niño Becerra sobre los tiempos de decadencia que nos han tocado en la lotería de la vida.




domingo, 18 de abril de 2021

domingo, 11 de abril de 2021

Nomadland

 A medio camino entre la película y el documental, Nomadland nos lleva a la vida nómada de cientos de miles de estadounidenses que recorren el país en sus autocaravanas, émulos de los pioneros que arribaron al país siglos atrás, recorriéndolo de un punto a otro.

Pero para una buena parte de estos neonómadas no hay detrás de su historia un sueño romántico. Sino una historia de paro, de desarraigo, de marginación por el sistema. Edades avanzadas en muchos casos, falta de jubilación, problemas familiares, perdidas dolorosas, ausencia de medios económicos. Nomadland refleja su día a día, sobreviviendo a los crudos inviernos, escapando de la policía, reuniéndose anualmente con sus iguales para encontrar apoyo, consejos, calor humano .



Rodando de empleo temporal en empleo temporal, en ese vasto país que es como un continente .Nomadland lo protagoniza un coro de rostros y voces entre los que destaca una mujer que pierde a su marido y a su pueblo, abandonado tras un cierre fabril . De la película destacan la belleza majestuosa de sus paisajes, a veces maravillosos, a veces lúgubres y sombríos , las interesantes y apasionantes personalidades de sus nómadas, sus complejas relaciones con su entorno, y con el capitalismo, al que unos detestan pero del que otros son expulsados, viéndose obligados a llevar una vida sin raíces.

En el pero destacar, quizá, su falta de ritmo en algunos tramos. No obstante tiene algunos diálogos luminosos, como cuando compara nuestras vidas con esos caballos  que, un día, cuando ya no sirven, son arrinconados, abandonados a su suerte . Metáfora acertada de lo que realmente somos y en medida creciente en este sistema y en esta fase histórica de decadencia y colapso .

domingo, 4 de abril de 2021

Minari. Historia de mi familia

 Hoy quisiera recomendar una película sencilla, humilde, sin grandes pretensiones en apariencia, pero que retrata de tal forma que conecta con el público la vida de una familia coreana en los Estados Unidos de los años 80. Una visión agridulce del sueño americano.

La ilusión de un padre de familia de escapar de un empleo rutinario de sexador de pollos para convertirse en agricultor exitoso. La visión de la mujer, escéptica con esa utopía, que ve con gran decepción cómo su marido parece elegir un triunfo económico que siempre se le escapa entre la yema de los dedos a su familia.



Y como contrapunto la visión del hijo pequeño, absorbido por la cultura norteamericana y que contempla a su abuela coreana como una extraterrestre. Humanidad, tragicomedia y algún que otro personaje interesante, especialmente el ayudante del padre, que resulta un tipo tan extravagante como excepcional, que a mí me resulta una especie de Diógenes cristiano, que vive feliz con lo mínimo, ajeno a la cultura del éxito de su país.

En resumen que uno desea que esta película que nos acerca sin alharacas la vida de unos emigrantes al país de los sueños-reales o ficticios- tenga el éxito que se merece.

domingo, 21 de marzo de 2021

La era Biden como avance de la Guerra Mundial

 La marcha de la Casa Blanca del presidente Donald Trump, sin duda un demagogo, fue recibida con júbilo por medios y tertulianos de distintas tendencias . Fue este un gobernante presentado como un peligro para la paz mundial, pero hemos de reconocer que durante su mandato no llevó a su país a ninguna guerra de invasión, aunque estuvo cerca de enfrentarse a Irán.

Biden, el nuevo presidente, fue aclamado con entusiasmo pensando que con él llegaría la concordia y se alejarían los peligros de un Trump lenguaraz. Como es de esperar nuestros medios, nuestra sociedad, atada a la corrección política pareció olvidar el belicismo de la predecesora de Biden en el partido demócrata, Hillary Clinton. Belicismo contra Rusia, en su caso. Pues bien ,Biden, al poco de tomar posesión de su cargo ya ha mostrado su verdadera faz, lejos de ese hombre humilde y dialogante que nos han vendido.

Quiere volver a reforzar la presencia militar norteamericana en el mundo, ha bombardeado milicias proiraníes en Siria, y, lo que es peor, ha llamado asesino a Putin, amenazándole gravemente .Incluso sus representantes, en reunión con representantes de China, se han enzarzado en insultos. En resumen, la geopolítica de la era Biden retoma los choques con China de la anterior administración, pero vuelve a considerar a Rusia como rival a batir.



Pero ojo, porque no es solo eso. Reino Unido promete aumentar en un 40% su arsenal nuclear, mientras se forma un frente militar antichina en el Pacífico. Es más Estados Unidos empieza a presionar para que Europa Occidental se retire de los acuerdos del gaseoducto conjunto con Rusia, veremos si con éxito o no.

Aunque las noticias sobre la pandemia lo oculten, la amenaza de guerra mundial da otro paso, y se sitúa a nuestras puertas, no sólo a las de Oriente Medio, donde lleva años, sino de Europa Occidental donde, como escribí en otro texto anterior, ya hemos sido advertidos por Rusia. Y es que nuestros intelectuales, políticos y medios entusiastas de Biden, deberían ser conscientes de que un ataque relámpago de Rusia, en primer lugar, reduciría nuestros continente , o parte de él, a escombros, pasara lo que pasara a continuación. Y este peligro no es descabellado.

Y tal como pintan las cosas, resultaría milagroso que no veamos en la era Biden alguna guerra grave. Las tres grandes potencias mundiales parecen haber entrado en una espiral de enfrentamientos dialécticos, sumados a un nuevo rearme militar de sus aliados. No sólo Reino Unido, sino Irán, que retoma el enriquecimiento de uranio.

Mientras tantos nosotros, trabajadores, parados, sociedad civil asistimos pasivos a la realidad amenazante .El tiempo para construir una especie de nueva Internacional, de movimiento global de las bases, creo, sinceramente, que ha pasado. Los don nadie hemos sido triturados con una mezcla de telebasura, hedonismo embrutecedor, ideologías inoperantes para enfrentar, no sólo la guerra, sino el crash económico, la quiebra financiera mundial ,que puede suceder en cualquier momento- con la extensión de la hambruna- y el juego de partidos, el nefasto sistema de partidos, que como vemos en nuestro país, no es más que un grupo de oportunistas que, a cara descubierta se han lanzado a comprarse unos a otros para mantener el poder, o hacerse con él, aunque estemos en la peor crisis desde la guerra incivil.

Ni en la base ni en la altura aparece nada que pueda aportar algo de luz y esperanza. Mi sueño de ver crecer fraternidades en barrios, para luego expandirse a nivel nacional e incluso internacional, contraria a las potencias mundiales, una especie de nueva política, de redes de apoyo mutuo sin ismos ni sectarismos no ha sido más que eso, un sueño.

Toca refugiarse en familia y amigos y, por lo que pueda pasar, procurar estar a bien con uno mismo y con el entorno. Ojalá me equivoque, pero he perdido toda esperanza en una reacción.

martes, 16 de marzo de 2021

La luz de las golondrinas

 Cuando empieza marzo, desde hace muchos años, uno tiene la costumbre de mirar al cielo, paseando por el barrio, deseando ver la primera golondrina surcar entre las casas, entre los tejados. Por causas inexplicables siento un gran amor por estas aves migratorias. También envidia, pues uno sueña, los sueños son gratis, con pasar el invierno en tierras cálidas y volver en primavera a España .Claro que sin jugar a la lotería, pues va a ser que no.

El sábado seis de marzo distinguí la primera de ellas .Cuando las observo algo de las tinieblas, de esa espesa obscuridad  por la que paseo por el mundo, de ese sentimiento de melancolía, de no adaptación a la existencia, de angustia ante los grupos humanos y las relaciones sociales , de ese deseo turbio y escondido de abandonar, de dejar la vida, se disuelve parcialmente ante el chorro de luz y alegría que supone ver las primeras apariciones de mis queridas amigas. El hielo se derrite parcialmente y una breve primavera se abre paso entre los senderos de la mente, del espíritu .Una pasajera ilusión, un destello breve de formar parte de un mundo se expande y abre paso para recibir los rayos solares. 




Mientras la golondrinas permanecen en nuestros cielos, en sus vuelos rasantes sobre el césped en busca de insectos, mientras se posan en los amaneceres y atardeceres en las cuerdas de tender la ropa del patio, causando una gran algarabía de risas y charla entre ellas,  donde puedo observarlas más de cerca, una tenue alegría permanece, en pugna con la tristeza, sin ser derrotada. Luego, en septiembre, vuelven a cernirse las nubes de tormenta, pero mientras llega tal mes, la luz de las golondrinas habita en mí y yo en ellas. Y una reconciliación pasajera, con el mundo, los otros y conmigo aparece entre el aire templado, el despertar de la naturaleza, el alargamiento de los días y el piar pausado de otras aves, hermanas de las compañeras golondrinas.

miércoles, 3 de marzo de 2021

La panadera

 Hoy quisiera recomendarles una obra que se está representando en el Teatro María Guerrero, muy interesante y de actualidad, por la temática sobre la que versa y sobre la que  reflexiona.

La panadera nos presenta a una mujer casada, con dos hijos, que atiende en una panadería. Un día cualquiera, en una vida ordinaria, la tranquilidad, la rutina del día a día, estalla por los aires. Un vídeo de contenido sexual, grabado años atrás cuando aún no estaba casada, aparece en el presente como un monstruo del pasado que engulle la estabilidad de una vida.

Todos miran, todos señalan, todos susurran, unos juzgan, otros apoyan. Pero la mente de la protagonista cae en un torbellino de vergüenza, culpa, miedo, de ganas de dormir para siempre, de no despertar, o de despertar y darse cuenta de que todo ha sido un mal sueño. 



Junto a ella, que se debate entre la autoculpa, el autocastigo y el esfuerzo por admitir sinceramente en su interior que no es culpable de nada, aparece su  padre, hombre de otra generación, de otros tiempos, que queda inicialmente sacudido por el caso, su marido, que la apoya inicialmente pero que también sufre las miradas agachadas de los amigos y las murmuraciones ajenas, debatiéndose entre exculpar a su mujer, o criticarla por ser una irresponsable grabándose años atrás y su hijo mayor, un niño de la era de la informática y al que resulta imposible ocultar lo sucedido.

La panadera da pie a numerosas interrogaciones sobre nuestra sociedad, sobre nuestros tiempos: las opiniones desde el anonimato, las redes sociales como lugar de inquisición, de violación verbal o visual,  de exposición de nuestras vidas. Y también del sentimiento de culpa, de cómo , nos guste o no, solemos ser esclavos de la opinión ajena y del dolor que nos causa ser juzgados por los otros.

Les animo a que acudan a verla, y de paso que ayuden a que el teatro, como el cine y el resto de actividades culturales y creativas puedan mantenerse en pie y resistir los embates de esta época tan difícil que nos ha tocado vivir.

domingo, 28 de febrero de 2021

Reflexiones sobre el caso Pablo Hasel, el intercambio de papeles y la inexistencia de una disidencia real en tiempos de miseria

 Llevamos tiempo asistiendo, en relación al encarcelamiento de un rapero, Pablo Hasel, famoso por sus letras de defensa de asesinatos de políticos y elogios de ETA, a un debate sobre la libertad de expresión y sus límites.

Es este un tema muy peliagudo sin fácil respuesta, donde entramos, además, en la doble moral: los que lo defienden ,¿qué pensarían si sus letras llamaran a pegar tiros en la nuca a políticos del ala izquierda del sistema, o a los llamados antifascistas, o a periodistas de izquierda? . Por otra parte nadie, o casi nadie, tiene en cuenta que este estalinista-que si por azar fuera gobernante no dudaría en liquidar a sectores de distintas ideologías  que le apoyan- ha enarbolado una calculada estrategia de márketing de la que ha salido claramente triunfante: es conocido, al menos, a nivel nacional, y durante, al menos, valga la redundancia un tiempo, ganará mucha pasta. Prosistema y "antisistema" le han seguido el juego y le hacen el caldo gordo.

Hay un aspecto en este caso, del que tampoco he oído hablar a nadie, que me lleva a pensar que si, por una parte, el rapero ha logrado saltar a la fama, hacer triunfar su mercancía usando a distintas gentes, su figura, su caso, ha sido movido para generar humo, alentar una nueva-ya van varias- falsa disidencia, y que los problemas gravísimos que nos acechan, que nos acosan, no tengan respuesta.



Tengo que decir que me  ha resultado sumamente sospechoso lo que intuyo un claro reparto de papeles en la coalición de gobierno: Unidos Podemos en sus defensa, y los socialistas, al tercer día, ojo con el uso de los tiempos tan calculado, en su crítica. Podemos se venden, sobre todo a los jóvenes ingenuos de cierto espíritu crítico-aunque dirigido-, como el partido rebelde y contestatario del gobierno, y los socialistas como el partido de orden, serio y responsable .Sí, pero insisto, tras varios días de disturbios .Curioso

Pero lo que me resulta aún más curioso es que con el grave problema de paro que tenemos, y hasta de colas del hambre, las protestas vayan encaminadas a la defensa de un fanático totalitario pero de corazón capitalista y oportunista. los jóvenes supuestamente contestatarios, parecen hacer el juego al gobierno, en vez de manifestarse por la situación de miseria, pobreza rampante y desesperanza social, especialmente la falta de oportunidades para la juventud del país condenada a ser la pagana de la crisis.

No puedo probarlo, pero intuyo en este caso una clara maniobra orquestal en la oscuridad. Lo que no es óbice para pensar que hay jóvenes que se han sumado a los disturbios para expresar su malestar .Pero, ¿a quiénes están sirviendo realmente?.

Asistimos a un éxito creciente de las clases gobernantes, nuestras malignas y nefastas oligarquías, sin más interés que repartirse los despojos y los diferentes estamentos e instituciones, sin distinción ideológica como vemos con el CGPJ y la Televisión. Con éxito enorme en Cataluña., donde la movida del Proces logró llevarse a la cama a los descontentos haciendo pasar el egoísmo, antiigualitarismo y racismo nacionalista como movimiento democrático, popular y hasta crítico cuyo fin era una Cataluña más justa. Y ahora asistimos a su repetición, en menor escala y más cutre, con Pablo Hasel. 

Todo ello motivado por la inexistencia de una disidencia real, de un proyecto serio, realmente alternativo de sociedad y de vida .Hoy, las llamadas disidencias oscilan entre la falsa dicotomía patriotismo-o nacionalismo- versus globalismo, los antivacunas en bloque e irracionalistas varios, localismos inofensivos ante las potencias mundiales y los vientos de guerra que vienen-con Europa como territorio que podría ser arrasado en un abrir y cerrar de ojos-, fascistas antifascistas, los abducidos por las modas que vende el sistema de dominación y explotación de las mercancías humanas, mercancías, por cierto, en desuso, como el falso ecologismo y el feminismo como elemento divisivo  y cortafuegos de una renovada lucha de clases sin distinción de sexos-sin odios hacia nadie, sin búsqueda de dictaduras- y un largo etcétera.

No hay nada, por tanto, que amenace realmente al nuevo proyecto, que no ocultan por cierto las clases dirigentes inmorales y saqueadoras del Gran Reseteo, lo que en un texto antiguo llame, aunque el término es lo de menos, nuevo régimen capitalcomunista, de concentración extrema del poder y la riqueza e incluso la propiedad, de reducción de libertades... En 2030 no tendréis nada y seréis felices, dicen abiertamente.

No nos cabe, por tanto, la excusa de que no sabemos hacia donde nos dirigimos. Sólo cabe despertar y elaborar un proyecto constructivo de disidencia verdadera ,apartando los trampantojos de esas falsas disidencias para no tropezar con ellas, con sus mentiras, o sus medias verdades tan dañinas.