domingo, 4 de agosto de 2019

Remember me

Se trata de una atractiva película que nos acerca al tema de la vejez y el alzheimer evitando el manido recurso de lo dramático, de la lágrima fácil. Y por supuesto que lo consigue plenamente, pero cayendo sin querer en el extremo contrario: presentar el drama con un exceso de humor, sin lograr encontrar, en mi opinión, el tan difícil punto medio.

Un anciano se entera que un viejo y perdido amor de juventud, una famosa actriz, convive con la maldita enfermedad que corroe los recuerdos, es decir lo que somos y nos da forma y existencia real. Decide urdir un plan para internarse en la clínica con ayuda de otro anciano gruñón y entrañable, un gran amigo. Una vez allí, se encariñará con los internados, carentes de ego, como menciona a su compinche, e intentará despertar el fogonazo de su recuerdo, de su frustrada historia de amor, a la mujer de la que siempre estuvo interiormente enamorado.

Entre medias se entrecruzan otras historias, la de su yerno, político famoso, ambicioso e infiel, sin escrúpulos, quizás un personaje retratado de forma excesivamente simple y caricaturesca, su hija y su nieta, que sufre las burlas de sus compañeros que conocen la historia por las noticias.



En resumen una buena película sobre un tema delicado, doloroso, con algunos defectos. Pero no existe la película perfecta, como no existe el humano perfecto.

4 comentarios:

  1. Cuánto me cuesta ver esta clase de películas. Y no es que el tema no sea interesante. A medida que me hago más mayor más me resisto a ver películas de ancianidades y desmemorias. Temor, sin duda, a lo que llegue. Gracias.

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  2. El planteamiento es muy interesante. A mí sí que me atrae la dimensión de la vejez en el cine y en la narrativa aunque plásticamente nos abre la visión a cosas que no nos gustan. El alzhéimer es la enfermedad más grave de nuestra sociedad, una vez que el cáncer ha podido ser combatido con éxito en muchos casos, no en todos, claro. Saludos.

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    1. Personalmente estoy en contra de la moda de nuestra época, esa especie de juvenalismo, que rechaza o silencia la vejez. Si no se llega con problemas tan terribles como el alzheimer, creo que puede ser una época mejor que la juventud. No se suele hablar de esa época como época de esclavitud de deseos y pasiones. Yo ansío, entre otras cosas, liberarme de las ataduras del deseo sexual, de la angustia a ser juzgado, a tener que aparentar lo que no soy .La juventud tiene mucho de cárcel.

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