Hermosa película documental que entra en vidas y lugares consagrados al silencio, a la contemplación, a la búsqueda del amor de Dios y de Cristo, al encuentro con ambos.
Libres nos permite conocer las vivencias de hombres y mujeres, jóvenes y ancianos monjes y monjas de clausura, lo que les llevó a romper con el mundo exterior, el mundo del vacío, la competencia, las apariencias, las prisas, la banalidad, la de la falsa libertad, aquella falsa libertad de los esclavos y esclavas de lo externo, lo superficial, la mirada ajena y la opinión ajena, del dinero, de las necesidades materiales.
Conocemos sus quehaceres diarios, lo bueno y lo malo de la vida en esas comunidades especiales, lo maravilloso de la oración, escuchamos sus reflexiones sobre el sufrimiento, la muerte, la profunda compañía de esa aparente soledad que es la estancia de horas en la celda. Observamos, por tanto, lo magnífico de una vida contemplativa, ajena a los ruidos físicos y mentales que nos saturan, sumergiéndonos en un sopor que nos impide conectar con nuestra profundidad, con nuestro espíritu.
Una joya que merece verse, en todos los sentidos de la palabra ver, pues destacan, además, los bellos paisajes y entornos que rodean los magníficos monasterios. En uno de los cuales, por cierto, tuve el honor y la gracia de vivir durante unos días, el Monasterio del Paular.
Aunque me temo que por desgracia Libres pasará desapercibida para la mayoría, desde este humilde blog la recomendamos vivamente.
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