jueves, 5 de octubre de 2023

El tránsito. Vida más allá de la vida y experiencias cercanas a la muerte

 Hace un tiempo, cuando empecé a centrar mi vida en la búsqueda espiritual y comencé a alejarme de viejas ideologías políticas, aceptando su caducidad, y que ya no me aportaban ningún bien ni paz, si es que lo hicieron alguna vez, descubrí a Emilio Carrillo.

Se trata de un hombre que lo tenía todo, éxito, fama, dinero y prestigio, pero que diversos acontecimientos, especialmente una ECM-experiencia cercana a la muerte-, le hizo dar un rumbo a su vida, guiándose desde entonces en su vida por lo que considera imperecedero, frente a lo perecedero, lo meramente corporal.

Ha publicado numerosos libros y hoy quería comentar muy brevemente uno de ellos, El tránsito. En él, inspirado en distintas tradiciones espirituales, en sus respectivos maestros, pero fundamentalmente en el famoso El libro tibetano de los muertos nos lleva a conocer distintos aspectos de la vida más allá de esta vida, que es transitoria, especialmente cuando la abandonamos.

Una de sus enseñanzas, sumamente interesante, es que no hay errores, sino experiencias que hay que atravesar en el crecimiento consciencial en las sucesivas vidas por las que pasamos, pues la vida o vidas están encaminadas a experiencias para crecer espiritualmente y acercarnos a la fuente, para ir despertando al conocimiento olvidado de cual es nuestra verdadera casa, nuestra verdadera esencia, que no es la material, que el identifica metafóricamente con un coche, sino el conductor, que es imperecedero y transita a otra dimensión tras la llamada erróneamente muerte.

Según como hayamos vivido y lo aferrados que estemos a lo egoico, a lo material, el tránsito, el camino a la luz será más o menos rápido. Algunas almas pueden llegar a creer ilusoriamente que siguen en nuestro mundo, permaneciendo mucho tiempo aferrados a nuestro plano, provocando los efectos llamados poltergeist en su intento de comunicarse. 

Otros, guiados por familiares y amigos antes fallecidos, alcanzan la luz rápidamente, en la cual todo es paz y amor, plena calma, contemplación amorosa, según la propia experiencia del autor, que, sin embargo, como a otras almas se les da la orden de regresar por distintos motivos, en su caso ayudar a gente en ese despertar espiritual y al buen morir, sin miedos, sin agobios ni ataduras.



Otro tema interesante que desarrolla es el llamado pacto de almas, según el cual en las sucesivas encarnaciones convivimos con distintas almas, algo pactado de antemano, que en una vida una de ellas podría ser familiar, en otra pareja, padre o madre-según él los hijos eligen a sus padres, no al revés-.Y es que según Emilio venimos al mundo para desarrollar una serie de experiencias, si bien el libre albedrío hace que podamos no vivirlas y desviarnos totalmente de ellas, siguiendo un camino opuesto.

También sostiene que nuestra muerte, su forma y su fecha, temprana o tardía, también está pactada, y que las muertes aparentemente absurdas e injustas, como la de los niños pequeños, tienen un propósito, como puede ser despertar a sus padres y familiares de su vida excesivamente apegada a lo material, y comenzar a interrogarse sobre cosas más profundas .

Para finalizar decir que el autor plantea la posibilidad que tras la muerte del cuerpo físico y perecedero, podamos escoger la opción de disolvernos en el Todo, y desaparecer para siempre como identidad, como conciencia individual. 

En fin, estamos ante un libro interesante, que provoca muchas reflexiones, aunque quizá, solo quizá, a los más escépticos, cientificistas y materialistas, podría no interesar o resultarles sumamente difícil abrirse a sus atrevidas y valientes tesis, que yo comparto en gran medida, aunque con dudas respecto, por ejemplo, la reencarnación.






4 comentarios:

  1. He leído con interés tus reflexiones sobre las interpretaciones de Emilio Carrillo, pero me abstengo de expresar las mías. Supongo que todos necesitamos esperanza y la de no morir definitivamente es una de las más universales.

    ResponderEliminar
  2. Bueno Joselu, hay miles de ECM, donde las personas, en muerte cerebral, describen lo que ven, lo que oyen, fuere del cuerpo, coincidiendo con la realidad. Lo que en mi opinión es un indicio de que la conciencia pervive, mucho o poco tiempo, no se sabe, fuera de lo material. De hecho la ciencia está empezando a estudiar el fenómeno a través de unos microtúbulos cerebrales, con funciones cuánticas. Y quieren tirar de ese hilo. Un saludo afectuoso

    ResponderEliminar
  3. Me gustan mucho las reflexiones de Emilio Carrillo, puedo decir que gracias a sus palabras he experimentado pautas de vida que agradezco mucho, es un instigador a la reflexión y al autoconocimiento nato. Algunas de las cosas de las que habla me han llegado por otras fuentes y hace tiempo que las tengo interiorizadas, aún así me agrada ver como expone esa realidad que a veces nos cuesta ver.

    Ha sido un placer conocer tu blog, un abrazo!!

    ResponderEliminar