domingo, 28 de febrero de 2021

Reflexiones sobre el caso Pablo Hasel, el intercambio de papeles y la inexistencia de una disidencia real en tiempos de miseria

 Llevamos tiempo asistiendo, en relación al encarcelamiento de un rapero, Pablo Hasel, famoso por sus letras de defensa de asesinatos de políticos y elogios de ETA, a un debate sobre la libertad de expresión y sus límites.

Es este un tema muy peliagudo sin fácil respuesta, donde entramos, además, en la doble moral: los que lo defienden ,¿qué pensarían si sus letras llamaran a pegar tiros en la nuca a políticos del ala izquierda del sistema, o a los llamados antifascistas, o a periodistas de izquierda? . Por otra parte nadie, o casi nadie, tiene en cuenta que este estalinista-que si por azar fuera gobernante no dudaría en liquidar a sectores de distintas ideologías  que le apoyan- ha enarbolado una calculada estrategia de márketing de la que ha salido claramente triunfante: es conocido, al menos, a nivel nacional, y durante, al menos, valga la redundancia un tiempo, ganará mucha pasta. Prosistema y "antisistema" le han seguido el juego y le hacen el caldo gordo.

Hay un aspecto en este caso, del que tampoco he oído hablar a nadie, que me lleva a pensar que si, por una parte, el rapero ha logrado saltar a la fama, hacer triunfar su mercancía usando a distintas gentes, su figura, su caso, ha sido movido para generar humo, alentar una nueva-ya van varias- falsa disidencia, y que los problemas gravísimos que nos acechan, que nos acosan, no tengan respuesta.



Tengo que decir que me  ha resultado sumamente sospechoso lo que intuyo un claro reparto de papeles en la coalición de gobierno: Unidos Podemos en sus defensa, y los socialistas, al tercer día, ojo con el uso de los tiempos tan calculado, en su crítica. Podemos se venden, sobre todo a los jóvenes ingenuos de cierto espíritu crítico-aunque dirigido-, como el partido rebelde y contestatario del gobierno, y los socialistas como el partido de orden, serio y responsable .Sí, pero insisto, tras varios días de disturbios .Curioso

Pero lo que me resulta aún más curioso es que con el grave problema de paro que tenemos, y hasta de colas del hambre, las protestas vayan encaminadas a la defensa de un fanático totalitario pero de corazón capitalista y oportunista. los jóvenes supuestamente contestatarios, parecen hacer el juego al gobierno, en vez de manifestarse por la situación de miseria, pobreza rampante y desesperanza social, especialmente la falta de oportunidades para la juventud del país condenada a ser la pagana de la crisis.

No puedo probarlo, pero intuyo en este caso una clara maniobra orquestal en la oscuridad. Lo que no es óbice para pensar que hay jóvenes que se han sumado a los disturbios para expresar su malestar .Pero, ¿a quiénes están sirviendo realmente?.

Asistimos a un éxito creciente de las clases gobernantes, nuestras malignas y nefastas oligarquías, sin más interés que repartirse los despojos y los diferentes estamentos e instituciones, sin distinción ideológica como vemos con el CGPJ y la Televisión. Con éxito enorme en Cataluña., donde la movida del Proces logró llevarse a la cama a los descontentos haciendo pasar el egoísmo, antiigualitarismo y racismo nacionalista como movimiento democrático, popular y hasta crítico cuyo fin era una Cataluña más justa. Y ahora asistimos a su repetición, en menor escala y más cutre, con Pablo Hasel. 

Todo ello motivado por la inexistencia de una disidencia real, de un proyecto serio, realmente alternativo de sociedad y de vida .Hoy, las llamadas disidencias oscilan entre la falsa dicotomía patriotismo-o nacionalismo- versus globalismo, los antivacunas en bloque e irracionalistas varios, localismos inofensivos ante las potencias mundiales y los vientos de guerra que vienen-con Europa como territorio que podría ser arrasado en un abrir y cerrar de ojos-, fascistas antifascistas, los abducidos por las modas que vende el sistema de dominación y explotación de las mercancías humanas, mercancías, por cierto, en desuso, como el falso ecologismo y el feminismo como elemento divisivo  y cortafuegos de una renovada lucha de clases sin distinción de sexos-sin odios hacia nadie, sin búsqueda de dictaduras- y un largo etcétera.

No hay nada, por tanto, que amenace realmente al nuevo proyecto, que no ocultan por cierto las clases dirigentes inmorales y saqueadoras del Gran Reseteo, lo que en un texto antiguo llame, aunque el término es lo de menos, nuevo régimen capitalcomunista, de concentración extrema del poder y la riqueza e incluso la propiedad, de reducción de libertades... En 2030 no tendréis nada y seréis felices, dicen abiertamente.

No nos cabe, por tanto, la excusa de que no sabemos hacia donde nos dirigimos. Sólo cabe despertar y elaborar un proyecto constructivo de disidencia verdadera ,apartando los trampantojos de esas falsas disidencias para no tropezar con ellas, con sus mentiras, o sus medias verdades tan dañinas.





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