domingo, 20 de abril de 2025

Vida de consumo

 He tenido ocasión de leer recientemente un libro titulado Vida de consumo, cuyo autor es Zygmunt Bauman, famoso por su concepto de la modernidad líquida, que hace referencia a un mundo, unas vidas, que ya no son seguras, estables, sino efímeras, inseguras, débiles y frágiles en todos sus aspectos.

En Vida de consumo, Bauman sostiene que hemos pasado de una sociedad de productores, basada en aspectos tales como lo sólido, la represión del placer y de la gratificación instantánea, a una sociedad de consumidores, una sociedad donde se elogia el cambio permanente, la transformación de las identidades personales, la búsqueda del reconocimiento personal, lo que arrastra consigo la conversión de los individuos en productos que atraigan la atención y generen demanda. 

Por tanto la sociedad de consumidores convierte a sus habitantes en bienes de consumo, eternos insatisfechos consumidores de modas pasajeras, lo que supone una vida a salto de mata. Lo que hoy se lleva mañana debe ser tirado, sepultado en el basurero de las modas que van y vienen.



Quienes no pueden o no quieren seguir el ritmo de la sociedad de consumidores son considerados infraclase: mendigos, alcohólicos, madres solteras sin recursos, evadidos de la escuela... sectores abandonados a su suerte, pues la revolución neoliberal iniciada con Margaret Thatcher considera que no existe la sociedad, sino individuos y familias, atacando el Estado social, y la solidaridad colectiva, lo que ha traído un mundo de sálvese quien pueda. 

La economía de mercado ha acabado por arrastrar consigo una sociedad de mercado, un mundo hecho a medida del mercado, que está mercantilizando y cosificando las relaciones humanas, con el reforzamiento del mundo digital, de las redes sociales.

En resumen estamos ante un ensayo interesante, el de alguien que supo analizar el debilitamiento de las estructuras sociales sólidas y nuestra conversión en átomos aislados, conectados, que no cohesionados, por las tecnologías digitales.


domingo, 23 de marzo de 2025

Sobre el totalitarismo. Ensayos escogidos

 La editorial Página Indómita ha publicado una serie de artículos de Simone Weil referentes a los regímenes totalitarios del tiempo en que vivió, fundamentalmente los años treinta, con especial mención a la Alemania nazi y la Unión Soviética.

Para Simone ambos regímenes son casi idénticos y eso se ponía de manifiesto cuando en su visita a la Alemania prenazi del año 1932 asistía a debates callejeros entre nazis y comunistas; ambos se sorprendían por sus coincidencias en casi todos los aspectos. De interés son sus textos sobre la nueva clase dirigente u opresora que iba más allá del régimen de propiedad, la tecnocracia o tecnoburocracia, un nuevo sistema opresivo que se desarrollaba en el mundo de la época y que no estaba siendo analizado de la manera en que se merecía, mientras el ideal de la asociación libre de trabajadores libres se desvanecía y apenas contaba con seguidores.

El último texto, muy largo, es una interesante disertación sobre las similitudes entre el régimen hitleriano y el Imperio romano, Imperio basado en la fuerza, en la ausencia de límites, en la ausencia de virtud o límites morales, similar al nazismo. Para Simone el principal peligro eran los Estados centralizados, que tendían a absorber todas las funciones sociales, por encima del poder del líder o caudillo y basados siempre que podían en la expansión, en la dominación de otros territorios, de otros estados.



Ante esa situación Simone Weil plantea una asociación internacional que tenga el derecho de ejercer de cierto contrapeso y proteger a los individuos de sus Estados centralizados, idea interesante pero que se hecha en falta un mayor desarrollo de ella.

En resumen un libro muy interesante y recomendable como todos los centrados en una pensadora definida por Camus como el único gran espíritu de nuestro tiempo. Y que en mi opinión lo sigue siendo en el nuestro.

lunes, 17 de marzo de 2025

Ciudadano Jesús. Preguntas y respuestas

 Hoy toca recomendar un libro de Antonio Piñero, un estudioso del cristianismo primitivo y gran conocedor de los evangelios sinópticos y otras fuentes escritas como los evangelios apócrifos. Toda una vida dedicada a la búsqueda de Jesús de Nazaret, una figura, un personaje enigmático para muchos, que el autor intenta desentrañar.

En Ciudadano Jesús, libro construido a base de preguntas y respuestas recorre la vida de Jesús y nos lo muestra tal cual era .Un profeta, un mesías, sanador y exorcista, que predicaba la inminente venida del Reino de Dios a la tierra, un reino de justicia y de abundancia material para todos. Alguien con grandes conocimientos de la Ley judía, que nunca quiso fundar una religión, que no instituyo la eucaristía tal como la entendemos hoy y en cuya muerte, más que los judíos, intervinieron los romanos, pues era considerado un sedicioso, un rebelde contra el Imperio romano.



La obra intenta separar el Jesús histórico del Jesús mítico, haciendo una comparación entre los evangelios sinópticos, agrupando lo que se repite en todos ellos o en casi todos como posible forma de saber lo que pudo hacer y decir el Jesús de la historia, con otros textos que solo aparecen en uno de los evangelios, lo que supone un indicio de añadido que no corresponde al Jesús real.

Como historiador reconoce que no puede creer en su resurrección, siendo esta una creación paulina y considerando a San Pablo como el creador del cristianismo como religión separada del judaísmo así como la muerte en la cruz como acto de redención para toda la humanidad, incluyendo los paganos.

En resumen estamos ante un libro que demuestra un profundo conocimiento de las fuentes, el de alguien que ha vinculado su vida al estudio de Jesús de Nazaret, desde una postura no creyente, lo cual lo hace más interesante y objetivo. 

viernes, 7 de marzo de 2025

El fin de la megamáquina. Historia de una civilización en vías de colapso

 Hoy quisiera recomendar un libro muy interesante y, para mí, importante, El fin de la megamáquina. En dicho texto el autor hace un repaso histórico desde la antigüedad, cuando las sociedades no estaban divididas en amos y siervos, donde había autoridad pero no poder, en el sentido de que nadie podía imponer nada, hasta el surgimiento de las sociedades jerárquicas, que empezaron a emerger hace unos cinco mil años, por causas difíciles de analizar , pero que el autor vincula a la aparición de la minería de metales, que, como el bronce, permitieron crear una superioridad, entre otras cosas armamentística entre quienes tenían acceso a ellos y quienes no. 

Interesante es su mención de las tres tiranías que posibilitan las sociedades de dominación: la primera el poder físico con la violencia armada, la segunda tiranía la violencia estructural, vinculada al poder económico social, que impone una división en castas o clases sociales y la tercera el poder ideológico, aquel que primero a través de la escritura, luego la religión y finalmente los expertos o tecnócratas,  se basa en legitimar unos valores, un orden social, en este caso el basado en la dominación y explotación de los seres humanos.

Habría una cuarta tiranía consecuencia de las anteriores, que es la del pensamiento lineal, aquel que presupone que los seres humanos son como objetos que ante una acción se produce una reacción predecible. Esto solo puede darse en relaciones de mando y obediencia.

Posteriormente el libro se centra en los últimos quinientos años de historia con una visión muy crítica de la modernidad capitalista. Y es que esta modernidad capitalista, ese llamado progreso en realidad supuso la destrucción o atomización de las comunidades, que fueron perdiendo sus lazos solidarios, comunales por un entramado estatal capitalista basado en una mentalidad de acumulación infinita de capital.

Es decir de competitividad entre los seres humanos, a la vez que de destrucción de la naturaleza.La tesis del autor es que el Estado y el Capital conforman un entramado que se necesitan mutuamente. Por ejemplo demuestra como las grandes empresas, las multinacionales reciben numerosas subvenciones del Estado, y como algunas de las grandes empresas tienen más fuerza que algunos estado.



El libro habla de que se ha creado un sistema mundo que abarca todo el globo, habiendo conquistado hace tiempo el llamado Sur global, eso sí con numerosas matanzas y genocidios de pueblos indígenas, con el objetivo de fondo de crear economías de mercado frente a las economías más de subsistencia, de producir lo necesario para sobrevivir. Pero tal sistema entró en crisis en los setenta y es un sistema, según el autor que está agotándose, comiéndose y destruyendo los recursos y creando una economía financiera con cada vez más crisis, aparte del gran problema de la deuda.

Su análisis crítico es muy interesante, no deteniéndose ahí sino dedicando algún capítulo a posibles alternativas centradas en lograr una economía del bien común frente a la de acumulación infinita de capital y defendiendo la autoorganización, la profundización de la democracia, pues en nuestras sociedades que se dicen democráticas pasamos la mayor parte del tiempo en instituciones antidemocráticas: trabajo, escuela...

En resumen estamos ante un libro muy interesante que se aleja del pensamiento imperante, lo cual es de agradecer.

viernes, 6 de diciembre de 2024

El hermano de Asís

 He tenido la ocasión de leer un magnífico, bello y poético libro de un sacerdote fallecido tiempo atrás, Ignacio Larrañaga ,titulado El hermano de Asís.

Dicho texto nos sumerge en la vida del famoso santo, comenzando por una juventud en la que era muy aficionado a las juergas y diversiones, siendo una persona muy expansiva y con numerosos amigos de correría. Llegó a estar preso por sumarse a una rebelión de gentes modestas contra la opresión de la nobleza. También estuvo a punto de sumarse a una cruzada en defensa del Papa, y cuando ya se encaminaba para batallar un sueño le hizo darse la vuelta y cambiar.

El Señor le pedía otra vida por lo que volvió a Asís, y decidió que su existencia posterior iba a ser vivir como vivió Jesucristo, en la pobreza, en la más absoluta modestia, imitando al crucificado, llevando el estandarte del amor y la paz por el mundo, predicando con el ejemplo. Tal decisión provocó un fuerte rechazo inicial en su familia, especialmente con su padre, que nunca entendió la transformación de su hijo, del que esperaba que llevara una vida de éxitos. Quien sí acabó por comprenderle fue la madre, mujer de fe firme , que terminó por darle su apoyo y su bendición en su camino.

Tras unos inicios difíciles, con el rechazo y las burlas de muchas gentes, fue conquistando con su estilo de vida tan diferente y su sencillez discursiva numerosos seguidores que, como él, recorrían sin llevar nada encima los caminos del mundo, esperando la protección y la gracia divina, durmiendo en cualquier lugar y mendigando al principio, hasta que decidieron trabajar con sus manos en sus vidas errantes y pedir solo en circunstancias especiales.



Por su trabajo no pedían dinero, sino alimentos, fundamentalmente . En el libro aparece una mujer que quiso imitar su ejemplo de vida, levantando la bandera de la Dama Pobreza, Clara, fundadora de las clarisas, amiga de Francisco hasta la muerte de este.

Sin embargo como todo en la vida, el éxito de afluencia en las filas franciscanas supuso la aparición de intelectuales y otros hermanos que juzgaban excesivamente dura la forma de vida de la comunidad, pues consideraban que la inmensa mayoría de la gente no podía alcanzar una existencia tan elevada y difícil, de seres errantes que predicaban con sus vidas tan expuestas por el mundo; personas que quisieron y lograron, en parte, hacer cambios en la Orden, con el rechazo y enfado de San Francisco de Asís.

En el libro vemos reflejado su amor por toda la creación desde los seres vivos a incluso las rocas y la materia no orgánica, destacando su amor hacia las aves, a las que envidiaba.

En resumen un libro embriagador de un personaje diferente que debería ser inspirador de la Iglesia, pues marcó el camino más auténtico del cristianismo, un cristianismo que si quiere revivir y alzar el vuelo frente a la decadencia que padece y que puede terminar con su fin, debe seguir los pasos de Jesús de Nazaret, como entendió el Hermano de Asís y en fechas más recientes otra figura clave para el hipotético despertar de la iglesia-vuelta a ser lo que siempre debió ser, Asamblea de fieles-Charles de Foucauld.

Ojalá alguna vez un grupo de jóvenes se arme del valor que procura una fe profunda y auténtica y se lancen como Francisco por los caminos del Señor, glorificando a la creación, viviendo la vida de Jesús de Nazaret, un a vida de desnudez e impotencia pero de verdadera libertad  y de dar la espalda a las ideas mundanas y tramposas de gloria, éxito y triunfo.

domingo, 24 de noviembre de 2024

Reflexiones sobre el triunfo de Trump

 Recientemente, como de todos es sabido, hemos asistido al nuevo triunfo de Donald Trump. La incredulidad por su victoria por amplísima mayoría es grande. Había muchas ilusiones en que la candidata demócrata, Kamala Harris, pudiera imponerse, o al menos el resultado fuera ajustado, lo que no ha sido así. 

El éxito del candidato republicano debe valorarse como el declive, por un lado, de las llamadas fuerzas progresistas o de izquierdas, cuyos  discursos de apoyo a las minorías raciales y sexuales, al feminismo institucional y otros valores del pensamiento woke-que ha olvidado la lucha de clases sin diferencias raciales o sexuales- están dejando de calar en el electorado, ya no sólo el masculino, el de los hombres blancos con empleos precarios  y situación marginal, que se sienten olvidados por su condición sexual y desprotegidos por los demócratas, sino por sectores crecientes del electorado femenino y sectores raciales de las llamadas minorías, que le están dando la espalda a esa especie de victimismo que no deja de ser un paternalismo, un proteccionismo de quienes, en el fondo, se consideran superiores.



El progresismo o izquierdismo está, hoy por hoy, en retroceso, también por supuesto por la hipocresía que se gastan, pues pese a su aparente pacifismo, es clara su defensa de la OTAN, su participación en guerras e invasiones, su defensa con la boca chica al imperialismo del Israel de Netanyahu , por ejemplo, genera un evidente descontento entre la población que no ve que en la práctica resuelvan ninguno de sus problemas.

Sin embargo esto no debe llevar a una posición de defensa de tales posturas. Ante la decadencia evidente del sistema mundo, los graves problemas de todo tipo que nos asolan, desde el económico al demográfico, al individual y social, con el aumento evidente del suicidio o los trastornos psicológicos y la ingesta de psicofármacos por el vacío existencial impulsado desde las alturas y que hemos aceptado, hasta los problemas ecológicos múltiples: sequías, inundaciones, desforestación, pérdida de acuíferos...parte de la población está comprando el discurso nacionalista e identitario.

Decepcionados por la globalización capitalista, que está volviendo a aumentar las desigualdades tras unas décadas de retroceso de la pobreza, vuelven sus esperanzas al Estado nación, al proteccionismo, o, en nuestro país, a los nacionalismos periféricos y sus mitos, como los Países Catalanes, sueño de los nacionalistas e independentistas de Cataluña, sin olvidarnos del ascenso del nacionalismo español con fuerzas como Vox.

Estamos viviendo, a nivel global, una situación que tiene similitudes-si bien no es idéntica- a los años veinte y treinta, incluyendo el clima prebélico de guerra mundial donde ya distintos países van advirtiendo a su población para que se vayan preparando para lo peor. Es decir se vuelve a poner sobre la mesa la salida nacionalista y/o patriótica, las banderas identitarias de lengua, "raza" y otras. 

Nuevamente no hemos aprendido de la historia. La mayoría de la población sigue aferrada a esperanzas , evadiéndose de la realidad histórica, en oligarquías locales, ese absurdo de que los amos de nuestra propia tierra van a ser más "majos", más "buenos", menos explotadores... Desconociendo la historia de que todo nacionalismo, patriotismo e independentismo, todo Estado nación existente o por crear es una forma de imperialismo, cuya meta es crear nuevos imperios, convertirse en potencia, expoliando y encuadrando, en primer lugar, a la población local.

No hemos sido capaces de reconstruir una nueva fuerza alternativa, revolucionaria, proletaria, en el sentido de reconocernos como objetos, como mercancías de usar y tirar, como piezas de recambio de una maquinaria infernal que nos engulle y tritura en el día a día. 

Y esta ceguera, este retorno al error nacionalista e identitario como falsa salida y liberación de la globalización capitalista, genera un panorama sombrío, un futuro oscuro, el de nuestra decadencia, el de nuestro colapso y caída como especie. Esperemos que aún se pueda revertir y que pueda alumbrar una opción alternativa internacionalista o universalista de nuevo cuño.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Nada

 Hasta el 22 de diciembre pueden disfrutar en el Teatro María Guerrero una magnífica adaptación de la novela de Carmen Laforet, Nada.

Una novela rompedora, la primera de una joven autora que ganó el Premio Nadal con dicha obra en 1945. La obra nos lleva a la Barcelona de 1939, pocos meses después de terminada la contienda fratricida. Una joven huérfana acude a casa de unos familiares en Barcelona, dispuesta a empezar a estudiar la carrera.

Pero lo que eran buenos recuerdos de infancia, con su abuela y sus tíos, truecan poco a poco en horror cuando asiste a una ola de gritos y enfrentamientos muy violentos constantemente.

Nada es un reflejo de una España destrozada y devorada por el cáncer devastador de la guerra civil, los odios, la represión, el fanatismo,  la muerte, la herida reciente, aún, como podemos ver, no del todo cicatrizada, del conflicto ente hermanos. La pieza disecciona ese país de hambre, de buscarse la vida sea como sea, de casas desvencijadas, heladoras en invierno, con poco que llevarse a la boca, asolada por el hambre, insalubres, sin apenas luz.



Nada disecciona también la otra España, la de la burguesía y la alta sociedad que mantiene su tren de vida, que vive en el lujo en comparación con la mayoría de ciudadanos del país . Vemos en escena, también el clasismo, que la obra no muestra como algo exclusivo de las élites económicas, sino también como un mal que afecta a quienes quieren pero no pueden, a quienes sin nada a lo que agarrarse viven de glorias pasadas, de familias que alguna vez fueron algo pera ya no son sino sombras pálidas de un pasado más luminoso.

Nada, pese al horror y la brutalidad descarnada que muestra ofrece pequeños rayos de esperanza, como la amistad, la camaradería con los compañeros y compañeras de estudios, esa juventud que se aferra a sueños pese al entorno turbio y mojigato de la España nacionalcatólica de Franco y los ganadores.

En fin una obra extraordinaria, que pese a durar tres horas no se hace pesada y que desde este humilde blog recomendamos.