domingo, 26 de abril de 2015

El lado oscuro del universo

Queremos recomendar un libro muy interesante sobre cosmología, se trata de El lado oscuro del universo, del investigador del CSIC Alberto Casas.

Resulta sorprendente saber que casi todo lo que nos rodea en el Cosmos es invisible. Sólo en torno a un 4 o 5% constituye la materia que podemos observar, como estrellas, planetas, gases y polvo cósmico, siendo el resto materia y energía oscuras, que podemos medir indirectamente, pero del que carecemos todavía de una explicación que nos diga qué son, qué las constituyen.

El físico Alberto Casas logra interesarnos en estos enigmas .La materia oscura, que representa el 23% de la materia del Universo ha sido descubierta, aunque como hemos dicho no lo que es, en las observaciones sobre velocidades excesivas a la que se movían estrellas exteriores de la Vía Láctea, así como por ejemplo el cúmulo de galaxias llamadas Coma, que también tenían velocidades excesivas, para lo cual no bastaba la atracción gravitatoria de la masa visible para mantenerlas unidas, lo que dio pie a pensar que debía existir una gran cantidad de "materia oscura" que ejercía una atracción gravitatoria extra para no deshacer el cúmulo .

Esto se ha comprobado en varias ocasiones, como cuando se descubrió un grupo de estrellas que se movían a igual velocidad independientemente de su distancia del centro de la galaxia, cuando en realidad la velocidad de rotación debería disminuir con la distancia, como sucede con nuestros planetas en relación al sol, lo que implica la existencia de una especia de halo de materia no visible alrededor de la estrella.

Otras pruebas indirectas de la existencia de este tipo de materia se encuentran en la velocidad excesiva de los átomos de gas caliente, que sin embargo no se evaporan, o en el efecto de lente gravitatoria, por ejemplo, e incluso huellas en la radiación de fondo.

Se está intentando explicar que constituye tal materia que si interactúa con la materia ordinaria lo hace muy débilmente, sin que parezca posible encuadrarlo dentro del Modelo Estándar, tales como neutrinos , estrellas fallidas que no se encendieron...Las posibilidades que hoy se ven como más factibles están dentro de la Supersimetría, con partículas supersimétricas como el neutralino, o bien el efecto de partículas de otras dimensiones si viviéramos en un Universos de más dimensiones.

En cuanto a la energía oscura, que representa el 70% más o menos del Universo en aún más enigmática, y responde a una especia de atracción gravitatoria repulsiva que provoca que el Universo se esté expandiendo aceleradamente, en vez de hacerlo lentamente o incluso contraerse, que sería lo lógico por la gravedad ejercida por los objetos y la materia visible.

En los últimos capítulos el autor habla algo de las últimas teorías, como la inflación, o universo inflacionario, la inflación eterna y el multiverso como resultado, el principio antrópico, y la posible bifurcación de "infinitos" Yos según la idea de la mecánica cuántica.

En resumen un libro interesante, con algún capítulo difícil de seguir, pero que anima a pensar y a seguir buscando nuevos libros sobre esta temática.




martes, 14 de abril de 2015

El capital humano

Interesante película italiana, retrato sociológico de la crisis, las clases sociales, los valores de nuestra época y los sueños y frustraciones de los individuos de diferentes estratos y edades.

Todo comienza con un atropello, una gélida noche navideña, de un ciclista y un coche que se da a la fuga. Pero, más allá de un film policiaco, por la pantalla desfilan un multimillonario  por obra y gracia de la especulación financiera, su mujer e hijo, familia que tiene todo lo que desea al alcance de la mano, pero que esconde una profunda desilusión vital, una insatisfacción provocada por eso mismo, por una hiperabundancia material tras la que se esconde, como esas plantas trepadoras que ocultan las fachadas de algunos edificios o chalets de lujo, la pobreza de corazón, de sentimientos. 

Allí donde todos son cálculos, donde todo es ansiedad para que el dinero siga fluyendo en abundancia, donde las amistades no son amistades, sino operaciones de calculadora para lograr negocios suculentos. Donde el acomodo destruye viejas ilusiones, viejos sueños de otra vida, que de vez en cuando afloran arañando el alma de quienes sienten que lo que viven no es lo que desean, pero que saben que intentar escapar a eso sería una locura, un riesgo de perderlo todo.

Pero lo mejor, en nuestra opinión, es el retrato de la clase media, reflejado en un agente inmobiliario que queda deslumbrado ante la vida espectacular de la anterior familia, tras la que entra en contacto gracias al noviazgo de su hija con el hijo del especulador financiero.

El ansia de ascender, de lograr codearse con la alta sociedad, de entrar de lleno en su mundo, a costa de lo que sea, de endeudarse y de arriesgar todo a una carta, de perder hasta la casa, la calma y la familia, es un fiel reflejo del comportamiento de parte de las clases medias, un quiero y no puedo, o un puedo pero ,¿por cuánto tiempo?, un vaciamiento de todo lo que puede ser más elevado para llenarlo de futilidades, para aparentar que se es igual que el vecino, que se viaja, se disponen de coches, apartamentos o segundas residencias....

Todo lo que se ha roto en mil pedazos, la sociedad de los vanidosos y vanidosas, la de los que luchaban por ser más que los demás, la de quienes consideran cosas inútiles del pasado los lazos solidarios, la conciencia de clase; todo eso lo refleja El capital humano. 

En resumen, la foto fija del mundo contemporáneo, la de quienes creían que ya no había clases y por otra parte han abrazado en masa los valores de los ricos y la burguesía, los del oro, los de la búsqueda de El Dorado.

Y cuando eso ha caído, sólo reina la frustración, el desconcierto o, como en la película, la frialdad invernal, el hielo en el interior de las personas, que sólo esperan que a ellas no les toque la lotería del naufragio y que la máquina del capitalismo y el consumo vuelva a ponerse en marcha para volver a nuestras vidas de animales de granja, las de antes de la crisis, sin pretender otra cosa.