lunes, 30 de octubre de 2023

Los contemplativos

Los contemplativos se trata de un libro de relatos escritos por Pablo D´ Ors, sacerdote y escritor del que ya hemos comentado algunos textos.

En su último libro nos enfrenta, de forma amena, luminosa y divertida las diferentes maneras de autoconocimiento y crecimiento espiritual, provocadas en general por tener que afrontar diversas crisis y problemáticas personales. En Los contemplativos, a través de personajes entrañables, cercanos, asistimos al perdón, la sanación, las sombras, la muerte, la vida feliz y en plenitud, basada en disfrutar de lo más cercano y pequeño, de la contemplación de lo que nos rodea que no solemos observar y nos pasa desapercibido, de los traumas y conflictos familiares... siempre en todo positivo, optimista.




En resumen estamos ante un texto que puede leerse de distintas maneras, como simple disfrute literario o como libro de enseñanza vital, espiritual, para nuestras vidas, vidas marcadas por los enfrentamientos, no sólo con la familia o el entorno, sino con uno mismo, con todos los sufrimientos que genera este no aceptarse, este no saber integrar nuestras obscuridades, o combatirlas de manera incorrecta, con la mente, nuestro principal enemigo.

Disfruten de él.


martes, 17 de octubre de 2023

Reflexiones sobre el conflicto árabe-israelí y el problema de fondo de la humanidad

 Por desgracia Oriente Medio vuelve a ser noticia por un conflicto irresuelto desde finales de los años cuarenta del siglo XX, el que enfrenta a judíos y palestinos. No vamos a entrar aquí en la disputa sobre quien tiene la razón histórica de su parte, sobre eso hay muchas opiniones, y menos sobre quienes eran los buenos y los malos.

Sobre lo que me interesa reflexionar aquí es sobre la situación de la humanidad, en general, por qué sigue siendo tan preocupante, sin obviar críticas políticas a ciertas ideologías y organizaciones políticas de nuestro entorno y su doble moral, su fariseísmo. 

Yendo al grano, no hay justificación, para mí, al ataque sanguinario de una organización teocrática a miles de personas indefensas, curiosamente casi todos miembros de kibutz, organizaciones y formas de vida comunitaria de inspiración socialista y a los asistentes de un festival musical por la paz, para más inri. Es decir, personas interesadas en principio en alcanzar la paz y la concordia con el pueblo palestino.

Indudablemente Hamas, como su patrocinador Irán, no tiene el menor interés por alcanzar ningún acuerdo de paz con Israel, es más, su ataque tiene el claro objetivo de incendiar la región y dinamitar los acuerdos israelitas con diversos países árabes. Esto no significa que Israel no haya cometido tropelías e injusticias, y que haya incumplido resoluciones de la ONU. Es decir, no podemos decir, infantilmente que son los buenos de la película, pero sí podemos afirmar que Israel es un país con libertades, prensa crítica y controles sobre el poder, no homologable con sus vecinos.

También hay que decir que cortar la luz y el agua a la población gazatí, me parece un claro error, pues es condenarla por lo que hace una organización totalitaria que no representa a toda la población. Y, más pronto que tarde israelís y palestinos, con la mediación internacional, deberían sentarse y hablar seriamente sobre como poder resolver el conflicto de una vez.

Dicho esto, toca criticar a las izquierdas populistas y neoestalinistas, por su postura hipócrita. Aquí, de puertas para dentro, venden un feminismo de corte fanático y fascistizante, mientras que rezuman antisemitismo y no parece indignarles la muerte de mujeres y el maltrato a sus cuerpos y cadáveres, pues consideran a las israelís mujeres de tercera, poco más que animales, como los nazis y los antisemitas musulmanes a los judíos. Se han quedado anclados en un antiamericanismo y antijudaísmo de adolescentes-heredero del viejo fascismo y las viejas derechas, por cierto-, en vez de profundizar en las cosas y alejarse de maniqueísmos pueriles de la edad del pavo.

Por último, para finalizar y no alargarme demasiado iré a lo que para mí es esencial. Todo lo que ha acontecido y acontece en el mundo, con el renacer cada poco tiempo del peligro de guerra mundial y destrucción atómica, pues el conflicto en Oriente Medio implica a potencias globales, y podría saltar a mundial, tiene que ver con la imposibilidad que nosotros, la mayoría de la humanidad, la población de la base, por decirlo de alguna manera, la población proletarizada, es consecuencia de nuestra imposibilidad de encontrarnos, reflexionar y lanzar un proyecto alternativo de vida, que intenté acabar con nuestras existencias asfixiantes y angustiosas.



Este proyecto para mí pasaría por buscar lo que nos une, en vez de lo que nos separa. Consistiría en retomar lo mejor de las tradiciones filosóficas y espirituales de la humanidad, junto con el reconocimiento de ser proletarios. Proletarios en el sentido de ser en todas partes mercancía, objetos desechables de usar y tirar, recipientes a los que adoctrinar en lo que interesa a los distintos regímenes y sus propagandas para liquidar nuestra libertad de conciencia. Unos, las derechas, por no salir de nuestro país, nos hacen tragar banderas y patriotismos tramposos, otros, las izquierdas, nos hacen tragar feminismos y los nacionalistas a lo suyo, dividir y fragmentar.

Este reconocimiento de que no somos ciudadanos libres ni iguales, sino carne de cañón, en última instancia literal, pues nadie dude que nos llevarían al matadero si se da el caso, incluyendo a las mujeres que se han tragado la propaganda feminista y sus objetivos reales-dividir e impedir una lucha conjunta sin separación de sexos y acabar en las fosas comunes movilizadas con los hombres-, es decir proletarios, aunque no curremos en fábricas o estemos parados o de eventuales o temporales.

Sería necesario retomar la idea de construir una especie de Hermandad Proletaria Universal-sin personalismos ni ismos que llevaron al fracaso en tiempos pasados-, que tuviera claro lo que buscan y quieren los diferentes sistemas y las clases gobernantes de distintos colores y tendencias, para desde ahí negarnos a enfrentarnos unos con otros, haciéndonos cómplices de las matanzas y dar pasos hacia otra humanidad, empezando por proponer el trabajo libre o no asalariado como paso primero para salir de la esclavitud integral en que habitamos.. Ese es nuestro problema de fondo, el problema de fondo de la humanidad, la negación a ver claramente lo que somos para no dejarnos engañar por divisiones artificiales y seguir marchando de guerra en guerra, de propaganda en propaganda, de mentira en mentira, estando condenados a fragmentarnos apoyando eternamente lo que consideramos menos malo.

jueves, 5 de octubre de 2023

El tránsito. Vida más allá de la vida y experiencias cercanas a la muerte

 Hace un tiempo, cuando empecé a centrar mi vida en la búsqueda espiritual y comencé a alejarme de viejas ideologías políticas, aceptando su caducidad, y que ya no me aportaban ningún bien ni paz, si es que lo hicieron alguna vez, descubrí a Emilio Carrillo.

Se trata de un hombre que lo tenía todo, éxito, fama, dinero y prestigio, pero que diversos acontecimientos, especialmente una ECM-experiencia cercana a la muerte-, le hizo dar un rumbo a su vida, guiándose desde entonces en su vida por lo que considera imperecedero, frente a lo perecedero, lo meramente corporal.

Ha publicado numerosos libros y hoy quería comentar muy brevemente uno de ellos, El tránsito. En él, inspirado en distintas tradiciones espirituales, en sus respectivos maestros, pero fundamentalmente en el famoso El libro tibetano de los muertos nos lleva a conocer distintos aspectos de la vida más allá de esta vida, que es transitoria, especialmente cuando la abandonamos.

Una de sus enseñanzas, sumamente interesante, es que no hay errores, sino experiencias que hay que atravesar en el crecimiento consciencial en las sucesivas vidas por las que pasamos, pues la vida o vidas están encaminadas a experiencias para crecer espiritualmente y acercarnos a la fuente, para ir despertando al conocimiento olvidado de cual es nuestra verdadera casa, nuestra verdadera esencia, que no es la material, que el identifica metafóricamente con un coche, sino el conductor, que es imperecedero y transita a otra dimensión tras la llamada erróneamente muerte.

Según como hayamos vivido y lo aferrados que estemos a lo egoico, a lo material, el tránsito, el camino a la luz será más o menos rápido. Algunas almas pueden llegar a creer ilusoriamente que siguen en nuestro mundo, permaneciendo mucho tiempo aferrados a nuestro plano, provocando los efectos llamados poltergeist en su intento de comunicarse. 

Otros, guiados por familiares y amigos antes fallecidos, alcanzan la luz rápidamente, en la cual todo es paz y amor, plena calma, contemplación amorosa, según la propia experiencia del autor, que, sin embargo, como a otras almas se les da la orden de regresar por distintos motivos, en su caso ayudar a gente en ese despertar espiritual y al buen morir, sin miedos, sin agobios ni ataduras.



Otro tema interesante que desarrolla es el llamado pacto de almas, según el cual en las sucesivas encarnaciones convivimos con distintas almas, algo pactado de antemano, que en una vida una de ellas podría ser familiar, en otra pareja, padre o madre-según él los hijos eligen a sus padres, no al revés-.Y es que según Emilio venimos al mundo para desarrollar una serie de experiencias, si bien el libre albedrío hace que podamos no vivirlas y desviarnos totalmente de ellas, siguiendo un camino opuesto.

También sostiene que nuestra muerte, su forma y su fecha, temprana o tardía, también está pactada, y que las muertes aparentemente absurdas e injustas, como la de los niños pequeños, tienen un propósito, como puede ser despertar a sus padres y familiares de su vida excesivamente apegada a lo material, y comenzar a interrogarse sobre cosas más profundas .

Para finalizar decir que el autor plantea la posibilidad que tras la muerte del cuerpo físico y perecedero, podamos escoger la opción de disolvernos en el Todo, y desaparecer para siempre como identidad, como conciencia individual. 

En fin, estamos ante un libro interesante, que provoca muchas reflexiones, aunque quizá, solo quizá, a los más escépticos, cientificistas y materialistas, podría no interesar o resultarles sumamente difícil abrirse a sus atrevidas y valientes tesis, que yo comparto en gran medida, aunque con dudas respecto, por ejemplo, la reencarnación.