domingo, 23 de septiembre de 2012

Amor bajo el espino blanco

Queremos recomendar una bonita película china, Amor bajo el espino blanco. Muy bien ambientada, recrea una historia de amor durante los años de la sangrienta Revolución Cultural de Mao.

Una joven estudiante es enviada al campo, dentro de los procesos que desarrollaba el régimen de reeducación y allí conoce a un joven que trabaja en un campamento geológico.

Ambos se enamoran, pero los problemas políticos y familiares que sufren los protagonistas, o mejor dicho sus familias, una de ellas bien situada por su pertenencia al régimen y otra que sufre la represión de éste, hacen muy difícil el que puedan vivir una relación normal como el de otras parejas.

Lo mejor de la película es el retrato de los paisajes, de la vida diaria en una dictadura como la maoísta, pero también la emotividad y sencillez de los sentimientos de una pareja condenada a verse a escondidas.

La timidez e ingenuidad de la chica,que aspira a ser profesora-para lo cual tiene que disimular que es una ferviente maoísta- el profundo respeto del que hace gala el chico reprimiendo por el  profundo amor que siente hacia ella su instinto sexual, para no hacerla daño, la escena del río, la del paseo en que se dan por primera vez la mano, la del hospital en la que ella se niega a marcharse pasando la noche en la puerta, la de la fotografía y especialmente la dolorosa despedida...hacen de la película una pequeña joya del cine sensible

Quizá, el pero que podemos poner al filme está en un final excesivamente lacrimógeno.

Con todo, Amor bajo el espino blanco representa la superioridad del cine intimista bien hecho y la belleza de la sencillez, del cine alejado de efectos especiales, tiros, sangre y persecuciones en automóvil.

Con sus lógicos defectos, pues nada es perfecto, desde El paseante solitario animamos a acercarse a alguna sala de cine  y a emocionarse con esta conmovedora y sencilla película



viernes, 21 de septiembre de 2012

Del 15S a Eurovegas: la sociedad de consumo y asalariada como ideal




En los últimos tiempos estamos asistiendo por un lado a un debate en torno al megaproyecto de un empresario norteamericano, Eurovegas, una especie de ciudad del juego, con hoteles incluidos al estilo de Las Vegas, y por otra parte a crecientes movilizaciones de los sindicatos contra los recortes, movilizaciones que parecen ir encaminadas a preparar una futura huelga general y que tuvieron en la manifestación del 15 de Septiembre su punto de partida.

Estos dos acontecimientos pudiera parecer que no tienen nada en común, pero para nosotros tanto uno como otro guardan un nexo de unión.

Eurovegas representa el intento de mantener un tipo de sistema socioeconómico que está en proceso de decadencia, el de la sociedad de consumo que en el ámbito productivo tuvo al ladrillo y al turismo como ejes. Más allá de críticas moralistas como se han hecho, en referencia al tema de la posible prostitución que puede proliferar en las cercanías-personalmente pensamos que la prostitución no tiene porque ir vinculada al juego- nuestra preocupación se centra en que no vemos por parte de los políticos de todas las tendencias-en este caso por parte de la derecha que representa, o representaba, pues de momento parece abandonar la escena política, veremos por cuanto tiempo y en que condiciones o siglas reaparece, Esperanza Aguirre, la impulsora del proyecto- ninguna idea seria de intentar construir una alternativa al gigante con pies de barro que es crear una economía a la larga improductiva y centrada en sectores que son pan para hoy y hambre para mañana.

Somos conscientes que ante el grave problema del paro, si este proyecto tuviera éxito inicial -cosa que tampoco es segura- mucha gente lo vea con esperanza. Pero reconocer esto no implica ser conscientes de que el camino para ir saliendo del pozo-si hay camino- no está en salir de Málaga para meterse en Malagón, es decir en pasar del ladrillo, al ladrillo con casinos- y no sólo en Madrid, sino en Cataluña, donde también parece que hay intención de levantar otro gran proyecto de ocio-.

Cierto que muchos pueden pensar que construir uno, dos o cien Eurovegas por todo el país no implica el que no se planteen otras cosas, otro tipo de economía. Y aunque mi amigo, el escritor Félix Rodrigo Mora, en la última ocasión que charlamos, me comentaba que probablemente en pocos años asistiremos a una nueva reindustrialización en Europa, con condiciones laborales más duras, como un intento de competir con las potencias emergentes; propuestas como la de Eurovegas hacen que muy a corto plazo en España no vislumbremos otra cosa que un intento de reconstruir la sociedad de consumo-aunque no somos adivinos para decir qué es lo que deparará el futuro- a la desesperada.

Al fin y al cabo la sociedad de consumo es la ideal para dominar y destruir a los seres humanos, convirtiéndoles en gentes poco aptas para la reflexión ,el conocimiento, la cooperación y la libertad sin necesidad de dictaduras como la franquista u otras, es decir sin necesidad de cárceles y piquetes de ejecución. Pues los seres constituidos por tal sociedad son convertidos en un mero rebaño que sólo busca pasto y entretenimiento para pasar el tiempo y el negocio del  juego es un mecanismo más para lograr esa humanidad degradada.

Y esta reflexión nos lleva a la conexión con las protestas sindicales e izquierdistas. Si quitamos la hojarasca propagandística y retórica, las protestas de las maquinarias burocráticas, jerárquicas y subvencionadas que son hoy por hoy casi todos los sindicatos-con excepción del débil y fragmentado anarcosindicalismo- sólo van encaminadas a dos cosas. Por un lado a evitar la pérdida salarial, lo que es comprensible, y otra, en el caso de UGT y CCOO más claramente, a lograr el ascenso del PSOE al poder nuevamente y evitar el riesgo de que les corten el grifo de las subvenciones y el sistema de liberados- aunque en el fondo ya cada vez más gente sea consciente que el PSOE no va a hacer otra política diferente-.

Por qué, ¿cuál es el proyecto alternativo de la izquierda?. Para nosotros es mantener lo existente con un mayor nivel de prestaciones sociales. Es decir sociedad de consumo y trabajo asalariado pero con buenos sueldos y ayudas desde el Estado . Esto está llevando por otra parte al olvido  de la situación internacional y no tener el menor interés en el nuevo militarismo, las nuevas potencias que emergen y la nueva guerra fría que ya está aquí, con su sombra amenazante, lo cual es preocupante, pues no se están dando apenas respuestas a la nueva situación de riesgo al centrarlo todo en los problemas económicos.

El problema, también, es que cuando no hay ningún proyecto de vida realmente diferente, las protestas no son más que luchas defensivas, sin ningún ideal de fondo, y tal tipo de luchas están condenadas al fracaso.

Por eso nosotros, personalmente, soñamos con que se vaya estructurando una alternativa que pase por estudiar las posibilidades de cómo esforzarse por salir de  la sociedad de consumo y asalariada, para ir levantando desde los cimientos una sociedad que tenga como ideal la conquista del bien, la libertad, la justicia, el apoyo mutuo, la autogestión y la no manipulación de la mente de sus miembros, desde la infancia a la vejez. Siendo conscientes de que tal sociedad nunca se logrará plenamente, que es un camino sin fin, pues no hay ni habrá sistema ni colectividad  e individuos perfectos.

Mientras tanto asistiremos al enfrentamiento de dos concepciones que, aunque se quieren antagónicas, son muy similares : la sociedad de consumo y asalariada con abundancia de prestaciones, y la misma pero reduciendo el nivel de prestaciones.
Comprendemos que se prefiera la primera como mal menor frente a la segunda. Pero mucho nos tememos que, puesto que quien paga manda, la victoria está más cerca de los segundos.

Con todo pensamos que estos últimos no van a tener mayor éxito que los primeros a medio o largo plazo. Sus proyectos, apoyados por sus aliados de la patronal ,como el de Eurovegas, son caminos a la nada, por mucho que bajen los sueldos de los trabajadores para poder competir con China y otros países.

Y es que  hablar insistentemente  de la necesidad de ser competitivos y productivos, para luego plantear economías improductivas de casinos, es tomar el pelo…

martes, 18 de septiembre de 2012

Sobre Cataluña y el independentismo

La multitudinaria manifestación convocada por nacionalistas e independentistas la pasada semana ha provocado numerosas reacciones y comentarios.

En la prensa nacional, como es lógico, las posturas han sido de rechazo frontal, especialmente hacia la figura del líder de CIU, Artur Mas, que, al menos teóricamente se ha alineado con las posturas independentistas, declarando que ya no se sienten a gusto en España.

Sin embargo creemos que tenemos que reflexionar sobre el porqué de la postura de Mas y especialmente el porqué es ahora cuando parece haberse sumado claramente al independentismo.
Y para nosotros su nueva actitud está relacionada con la crisis. Mientras existía una situación de relativa bonanza, el nacionalismo, aun teniendo como objetivo final la independencia, se conformaba con realizar peticiones económicas o de mayor autonomía. Pero, en situación de quiebra, con el peligro de no recibir lo que piden, cada vez va se va abriendo paso en mayor número de personas la idea de abandonar definitivamente España, de iniciar un nuevo proyecto en solitario.

Sin embargo pensamos que no vale sólo con acusar al nacionalismo de maldad o egoísmo.
Tenemos que ser capaces de ver que es lo que aporta España, sus fuerzas políticas y sus gentes.

¿Puede entusiasmar un país con unos cinco millones de parados, con su telebasura, con sus partidos políticos dominantes como PP y PSOE-IU como los sindicatos oficiales no son más que apéndices de los socialistas- que en nada ilusionan, con sus masas de adeptos capaces de seguirlos a muerte aunque los lleven al precipicio y deseosos del fracaso del partido rival, aunque eso redunde en el mal de todos, con una sociedad civil degradada y moribunda pese al fogonazo del 15M?.

Pensamos que tal España no puede resultar atractiva para ninguna persona afín al nacionalismo, aunque la selección nacional de fútbol esté logrando muchos éxitos, ni por supuesto va a lograr nada la defensa como patrimonio nacional de la llamada fiesta nacional, los toros, o las procesiones, el flamenco o las sevillanas.

Es en la praxis donde debe demostrarse la superioridad de una idea respecto a otra. Y aunque no sea agradable reconocerlo pensamos que lo que llamaremos para simplificar no nacionalismo no puede mostrar hoy por hoy ninguna superioridad moral sobre los nacionalismos.

La única lucha eficaz contra las doctrinas identitarias sólo puede partir de un proyecto político diferente y radical que plantee nuevas formas de organización política y económica, de vida, de cosmovisión moral que nos alejan de la sociedad de consumo, de dominación y adoctrinamiento. Un proyecto solidario e internacionalista que, con ilusión aunque sin caer en un utopismo paralizante, pueda atraer a muchas personas. Este proyecto no debe centrarse en la crítica a los nacionalismos, sino en potenciar una nueva idea de país, de sociedad, que alejado del patriotismo españolista vacío que sólo se indigna de la presencia y fuerza de tendencias nacionalistas porque se consideran buenos y superiores sin más a los separatistas, pueda aglutinar lentamente una ciudadanía reflexiva y libre.

El no plantear las cosas adecuadamente fue uno de los motivos del fracaso de la experiencia de Ciudadanos. Este partido cometió, para nosotros, dos errores mortales. El primero, plantearse como un partido de reacción al nacionalismo- centrado además en Cataluña, en vez de lanzarlo como proyecto nacional-y ya sabemos en lo que acaban los movimientos políticos de reacción, que en este caso fue una alianza con fuerzas políticas nacionalistas y ultraderechistas europeas en unas elecciones, a cambio de un dinero que ni siquiera recibieron...El otro error fue no ser conscientes de que a medio o largo plazo, sólo ocupando un espacio no rellenado por otros podía tener posibilidades de éxito. Y ese espacio era la izquierda no nacionalista-aunque tuviera que ser una izquierda no ortodoxa, una izquierda  de ciudadanos reflexivos, participativos y autónomos, impulsores de una democracia no sólo política, sino económica, o sea cooperativista, autogestionaria, de banca cívica... pues el ciudadano debe luchar por serlo en todos los niveles-, no una trasversalidad fantasmal, caldo de cultivo de populistas, oportunistas y derechistas disfrazados bajo la etiqueta de liberales progresistas. Pero, en general, como a lo largo de la historia, la intelectualidad impulsora del partido,los Arcadi Espada y demás lumbreras, no destacaron por su lucidez y visión de futuro.

Fracasado y convertido Ciutadans en el cortijo bufonesco de Rivera y sus fieles, y también fracasada la otra opción populista del no nacionalismo en esa tierra, UPyD, Cataluña está en manos de los nacionalistas.  Y, quizá, ya no haya tiempo para construir ninguna alternativa sólida.

Por supuesto una hipotética Cataluña independiente tiene muchas probabilidades de fracasar y estaría muy lejos del paraíso soñado por los independentistas, pero como hemos intentado expresar hoy por hoy no tienen enfrente nada que entusiasme, lo que les acerca a lograr su objetivo. Que luego llegue el descalabro, es otro tema.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Babel

Quisiéramos recomendar una obra de teatro, que, aunque trata temas universales, lo hace desde un punto de vista  innovador y arriesgado, que podía haberla conducido al fracaso, pero que, para nosotros, acaba por llevarla al triunfo.

Babel comienza con los cuatro actores hablando a la vez, interpretando a dos parejas que acaban de conocerse, cada una en dos hostales diferentes. Pero el diálogo es el mismo, todos expresan sus nervios, sus miedos, el porqué han llegado a esa situación, qué buscan intentando engañar a sus respectivas parejas.

La obra nos lleva a reflexionar sobre la infidelidad, las mentiras,sobre que es lo moralmente correcto, sobre la monotonía, sobre el intento de recuperar las ilusiones perdidas de épocas anteriores, cuando los sueños sobre un futuro feliz dominaban las mentes, sueños que poco a poco se van disolviendo ante el choque con la realidad, siempre más fea que las bellas ensoñaciones juveniles.

Pero la historia no es sólo la vida de estos cuatro personajes, sus inquietudes, lo que piensan, lo que les sucede, a veces cosas tristes, otras alegres o cómicas, sino  que los mismos actores representan a otras parejas, otras historias, como la entrañable y triste a la vez del enamorado al que abandona su prometida, sin ninguna explicación y a la que, años después, continua añorando e, incluso, buscando-¿quién no ha pasado por algo parecido?, ¿quién no recuerda esa chica que perdió, o de la que se enamoró sin decirla jamás nada, simplemente amándola desde lejos?, ¿quién no recuerda su nombre, e intenta, pasados muchos años, reconstruir su rostro, su figura, cada vez más difusa en sus mente?, ¿quién no sueña con reencontrarla, con verla aunque sea fugazmente y saber que está bien, que aún camina por el mundo?-; la de la psicoanalista que a su vez carga con problemas psicológicos, y su marido, que ya no la ama y que la engaña con otra, siendo esa otra la que abandonó año atrás al enamorado que aún la busca y, sorprendentemente, clienta de la psicoanalista.

Y es que Babel también habla de los lazos que unen a mucha gente, aun sin saberlo. De los vínculos que nos unen con desconocidos de los que no somos ni seremos nunca conscientes.

Y, sobre todo, Babel reflexiona sobre la soledad y sobre la incomprensión  que hay entre hombres y mujeres y que nada parece poder solucionar.

Una obra que merece la pena ver.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Elefante Blanco

Interesante y profunda película argentina que nos introduce en el mundo de los religiosos volcados en una labor de ayuda de los más desfavorecidos poniendo énfasis no sólo en el aspecto social, sino en el individual de sus protagonistas.

Elefante Blanco nos cuenta la amistad de dos sacerdotes, Julián y Nicolás, uno de ellos superviviente de una matanza realizada por paramilitares en una misión amazónica que trabajan en una barriada marginal de Buenos Aires intentando mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y conseguir construir un hospital,  proyecto paralizado durante años.

La película, casi como en un documental, refleja muy bien lo que es la vida en una zona marginal y sus problemas. La droga, la violencia de las pandillas dirigidas por mafiosos que controlan el negocio del narcotráfico, la desestructuración familiar, la delincuencia, aunque también los fuertes lazos de amistad, la cultura de protección y no denunciar al compañero, en una palabra la no traición.

Y es en medio de esta situación donde tiene que desenvolverse la vida de unas personas que, no todas religiosas, decidieron elegir una opción de vida, la de entregarse por los pobres. 

Pero esta vida no es presentada como algo paradisiaco, como algo ideal, sino que vemos a sus protagonistas sometidos a dudas continuas, cansados y en numerosas ocasiones tentados a tirar la toalla, siendo conscientes de lo difícil que es lograr cosas positivas en ese universo de penuria y tiroteos.

Porque, por otro lado, los problemas a los que tienen que enfrentarse no proceden sólo del barrio, sino de las autoridades políticas y de la propia Iglesia que no les da el apoyo que ellos esperaban, abriéndose aquí el enfrentamiento entre quienes quieren ser fieles al Evangelio y quienes tienen sus intereses en otros terrenos más materiales, en el sentido negativo del término.

También aparece en la película el tema del amor y del deseo sexual al que no puede escapar uno de los protagonistas, el religioso francés, torturado por el dilema de seguir o bien su sueño de una vida célibe centrada en ayudar al prójimo o de unirse a la mujer que ama. Aquí entraríamos en el viejo debate entre castidad obligatoria o voluntaria, que junto con el tema del sacerdocio femenino son objeto de polémica dentro de la misma Iglesia desde sus orígenes.

Elefante blanco, que tiene para nosotros su parte débil en que no logra expresar bien ese aspecto de lucha interna de sus personajes,frente a lo magníficamente retratada que aparece la vida en un barrio deprimido, es, con todo, una película que merece verse -como casi todas en las que interviene ese gran actor que es Ricardo Darín- y que da pie a reflexionar sobre muy diversos temas.


lunes, 3 de septiembre de 2012

Diálogos Cínicos

Bajo el título de Diálogos Cínicos, la colección Clásicos de Grecia y Roma, de Alianza Editorial, nos presenta una serie de textos de un filósofo de la antiguedad, Luciano de Samósata, en la que usando el estilo de los filósofos de la corriente cínica, estilo sarcástico y crítico, se nos presentan los ideales y formas de ver la vida de este grupo de pensadores tan originales como sorprendentes y amenos.
Son seis relatos en los que se nos aparecen diverso personajes, desde Dioses a figuras legendarias, y gente sencilla, donde con un humor negro, mezclando lo serio con lo cómico, se realiza, por una parte, desde una burla soterrada de los dioses, por la crueldad de sus castigos, como en el primer texto, Prometeo, condenado a un terrible castigo por no hacer un reparto justo de la carne en un banquete-para nosotros el menos ameno-, hasta una presentación y defensa de los valores que defendían los cínicos, esencialmente la crítica de la búsqueda de la riqueza material, la codicia, la avaricia, el ansia de poder y gloria.

En El misántropo o Timón, se hace una crítica despiadada de los aduladores, aquellas personas que rodean a los que en un momento dado de su vida viven en la abundancia y lujo, para posteriormente abandonarlos si caen en desgracia. El protagonista, Timón, representa al hombre que, antaño rico, pierde su fortuna, dándose cuenta de que es preferible la pobreza, a la que se presenta unida a valores como la fortaleza, la sabiduría y el trabajo, frente a una riqueza unida a la vanidad o la indolencia.

En Menipo el cínico, se nos presenta un filósofo que quiere saber cual es el ideal de buena vida a alcanzar, pues cada escuela filosófica defiende unos principios que en nada coinciden Para eso realiza un viaje al inframundo, en el que se nos aparecen los múltiples personajes que ya fallecidos habitan en el mundo subterráneo, no salvándose de las críticas del autor ni figuras legendarias, ni ricos ni filósofos, a los que se considera charlatanes .

Caronte el barquero nos relata la salida al mundo exterior del remero que lleva las almas por el río del inframundo a ser juzgados, Caronte, interesado en saber porque los hombres lloran y se resisten con todas sus fuerzas a abandonar la vida, y cómo es esa vida que tanto dolor les causa su abandono.
Alcanzada la superficie, un dios, Hermes, le hace ver desde las alturas lo que es la vida humana, sus locos afanes de gloria y riqueza, las guerras por asuntos triviales, sus vanos esfuerzos por lograr cosas, cuando al final sólo les espera la muerte, y nada van a llevar consigo. Sólo unos pocos hombres son conscientes de lo absurda que resulta esa forma de vida, apartándose a lugares remotos.

El quinto relato, El viaje al más allá, que es para nosotros el que posee mayor humor ácido, nos cuenta como en todo un cargamento de almas, en concreto 1004 personas de todas las edades y condiciones, un tirano que disfrutó en vida de topo tipo de lujos y realizó las mayores atrocidades intenta huir desesperadamente, y pese a no lograrlo, insiste en que se le diga que sucederá con sus familiares y sus riquezas .Aceptada su petición se le cuenta toda una serie de desgracias que sacudirán a su familia, cómo fue envenenado por su mejor amigo y cómo sus estatuas serán derribadas. Junto a la figura del monarca aparecen dos personajes a los que se dota de rasgos positivos, pues son los únicos que anhelaban dejar el mundo de los vivos ,Cinisco, como no podía ser menos un filósofo cínico, y un pobre zapatero, carente de medios económicos.

Y la última historia, titulada El cínico, es un diálogo entre un hombre del común, defensor del lujo y la buena vida entendida como placer y riqueza material y un cínico, que con su túnica y bastón, le hace ver que  lleva una vida mejor, más libre y feliz, al necesitar mucho menos para vivir que otras personas.

La lectura es recomendable para quien quiera acercarse a los cínicos y descubrir cuáles eran los principios que guiaban sus vidas. Y es que con todas sus excentricidades y exageraciones, aquellas vieja escuela de pensamiento llevaba a su vida sus ideas, indicándonos que hay otro camino en nuestro paso por el mundo que difiere del convertirnos en esclavos de las posesiones materiales y de los monarcas u hombres de poder. Los cínicos nos decían que la pobreza, la austeridad, la modestia, el esfuerzo, la vida virtuosa, el rechazo a la gloria, el poder y los honores, así como a las convenciones sociales representa un camino superior a la búsqueda del placer, la comodidad o la riqueza.

Y pensamos que estos ciudadanos del mundo, errantes y vagabundos, aun no compartiendo su visión idealizada de la pobreza, tenían mucha razón y en ellos podemos encontrar algunas respuestas al mundo actual, a la crisis de su sociedad de consumo y abundancia material, con sus multitudes envilecidas y vacías en su loco correr tras dinero y prestaciones recibidas desde las alturas y cada vez más escasas, más en peligro de ir desapareciendo, sin que se vislumbre alternativas, al habernos convertidos en esclavos incapaces de vivir en libertad, autosuficientes.

 Yes que  sólo una sociedad que no se limite a correr en busca de el Dorado del oro, del dinero, el placer o del mando y busque la riqueza en la libertad, sabiduría, serenidad,austeridad,esfuerzo y fortaleza ante las dificultades y dolores de la vida del que no necesita acumular posesiones ni encontrar reconocimiento, será una sociedad de verdaderos hombres-y mujeres-,aquellos que Diógenes buscaba por las calles de Atenas, en plena luz del día, con un candil.

O como expresa bellamente en el último capítulo del libro su protagonista, El Cínico, en una frase para enmarcar: "De ahí que los dioses no experimenten necesidad de nada, y quienes más se asemejan a ellos sienten necesidades mínimas"