sábado, 6 de marzo de 2010

LA DISCREPANCIA NO IMPLICA AGREDIR

Ayer acudió Rosa Díez a la Universidad Autónoma de Barcelona a pronunciar una charla "Una alternativa para Cataluña". Como era de temer, un grupo de  jóvenes independentistas se dedicó a insultarla e intentar agredirla. Es una pena que en  lo que debe ser un templo laico de conocimiento, la Universidad, sucedan actos de este tipo. Bien está que en la universidad se organicen conferencias y debates de personalidades o movimientos de distintas ideologías y formas de ver la sociedad. Y también es necesario y oportuno la crítica hacia el pensamiento del ponente, sea Rosa Diez, o Laporta, por poner un ejemplo. Pero la crítica no implica amenazar, ni agredir. Sino argumentar con razones, reflexionando, quizá apasionadamente, porque no, pero sabiendo que incluso una reflexión apasionada, no implica amenazar, ni coaccionar.
Una pena que sucedan actos de este tipo que sólo fomentan el odio y la fractura social, impidiendo el que debiera ser el  normal, necesario y apasionante debate de ideas. Incidente que nos muestra, también, la tendencia de las doctrinas identitarias al totalitarismo ideológico, y a la exclusión e incluso exterminio físico, si pudieran realizarlo, de los oponentes. Actuación que implica un  peligro, el de una reacción que acabe imitando su pensamiento y formas de actuación por el otro lado. Y que incluso carece de inteligencia, pues, en la práctica, supone poder incrementar la fuerza política de Rosa Díez. El tiro, les puede salir por la culata a los jóvenes independentistas.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, se deben discutir las ideas con argumentos y no con la agresión y el insulto, porque cuando uno utiliza la agresión y el insulto como argumentos ha perdido la razón.

    Saludos,

    Jorge Juan

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