domingo, 12 de julio de 2015

Intemperie

Intemperie, novela de Jesús Carrasco, nos sumerge en un país o región sin nombre ni fecha histórica, devastado por la sequía, de campos yermos y desolados, con escasísima presencia humana y donde la violencia se ha hecho dueña de la vida de los escasos náufragos que sobreviven como zombies apegados a sus pueblos ruinosos y carcomidos por la desolación y el abandono ruinoso.

Un niño, del que no sabremos nunca el nombre ni los motivos claros, aunque se intuyen al final de la obra, huye de su poblado, escapando de la brutalidad del alguacil y su padre, internándose por las llanuras infinitas, abrasadas y despojadas de casi toda vida vegetal por un sol inclemente.

En su huida se encuentra con un cabrero, hombre enigmático, de apariencia y trato seco, del que también desconoceremos su nombre de pila. Con él recorrerá un camino donde se mezclan los sobresaltos y el miedo a sus persecutores, con el aprendizaje de un nuevo oficio y sobre todo de la vida. El chico tendrá que optar por mimetizarse con el entorno, y dejar la moral y el bien a un lado o, espoleado sutilmente por el cabrero, luchar por mantener la humanidad, los valores, la ética.

Bella y dura a un tiempo, espiritual y poética, como expresa uno de sus críticos el libro nos ha resultado una mezcla de la fuerza narrativa y acercamiento psicológico a personajes en situaciones difíciles de Miguel Delibes, especialista en el retrato de la vida campesina española y la crudeza postapocalítica de Cormac McCarthy en su novela llevada al cine La carretera.

Lo bueno es que cada lector puede situarla en el tiempo que quiera, unos en el pasado, y otros, como nosotros, en un tiempo valga la redundancia sin tiempo. Una situación atemporal, que la crisis económica y ecológica, con la destrucción de los recursos naturales, el cambio climático y el agotamiento del agua hace que lo descrito, si no se pone solución, se convierta en un futuro previsible.

El único pero que puede ponérsele a Intemperie es el exceso de vocabulario técnico relacionado con la vida trashumante y el pastoreo, por desgracia lejano a los urbanitas .Pero su fuerza literaria y su acercamiento a la vida y la muerte, a los valores, a la lucha entre el humanismo y la deshumanización, siempre temas de actualidad, hacen que sea un libro que recomendemos a quienes gusten de la lectura.


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