domingo, 23 de marzo de 2025

Sobre el totalitarismo. Ensayos escogidos

 La editorial Página Indómita ha publicado una serie de artículos de Simone Weil referentes a los regímenes totalitarios del tiempo en que vivió, fundamentalmente los años treinta, con especial mención a la Alemania nazi y la Unión Soviética.

Para Simone ambos regímenes son casi idénticos y eso se ponía de manifiesto cuando en su visita a la Alemania prenazi del año 1932 asistía a debates callejeros entre nazis y comunistas; ambos se sorprendían por sus coincidencias en casi todos los aspectos. De interés son sus textos sobre la nueva clase dirigente u opresora que iba más allá del régimen de propiedad, la tecnocracia o tecnoburocracia, un nuevo sistema opresivo que se desarrollaba en el mundo de la época y que no estaba siendo analizado de la manera en que se merecía, mientras el ideal de la asociación libre de trabajadores libres se desvanecía y apenas contaba con seguidores.

El último texto, muy largo, es una interesante disertación sobre las similitudes entre el régimen hitleriano y el Imperio romano, Imperio basado en la fuerza, en la ausencia de límites, en la ausencia de virtud o límites morales, similar al nazismo. Para Simone el principal peligro eran los Estados centralizados, que tendían a absorber todas las funciones sociales, por encima del poder del líder o caudillo y basados siempre que podían en la expansión, en la dominación de otros territorios, de otros estados.



Ante esa situación Simone Weil plantea una asociación internacional que tenga el derecho de ejercer de cierto contrapeso y proteger a los individuos de sus Estados centralizados, idea interesante pero que se hecha en falta un mayor desarrollo de ella.

En resumen un libro muy interesante y recomendable como todos los centrados en una pensadora definida por Camus como el único gran espíritu de nuestro tiempo. Y que en mi opinión lo sigue siendo en el nuestro.

lunes, 17 de marzo de 2025

Ciudadano Jesús. Preguntas y respuestas

 Hoy toca recomendar un libro de Antonio Piñero, un estudioso del cristianismo primitivo y gran conocedor de los evangelios sinópticos y otras fuentes escritas como los evangelios apócrifos. Toda una vida dedicada a la búsqueda de Jesús de Nazaret, una figura, un personaje enigmático para muchos, que el autor intenta desentrañar.

En Ciudadano Jesús, libro construido a base de preguntas y respuestas recorre la vida de Jesús y nos lo muestra tal cual era .Un profeta, un mesías, sanador y exorcista, que predicaba la inminente venida del Reino de Dios a la tierra, un reino de justicia y de abundancia material para todos. Alguien con grandes conocimientos de la Ley judía, que nunca quiso fundar una religión, que no instituyo la eucaristía tal como la entendemos hoy y en cuya muerte, más que los judíos, intervinieron los romanos, pues era considerado un sedicioso, un rebelde contra el Imperio romano.



La obra intenta separar el Jesús histórico del Jesús mítico, haciendo una comparación entre los evangelios sinópticos, agrupando lo que se repite en todos ellos o en casi todos como posible forma de saber lo que pudo hacer y decir el Jesús de la historia, con otros textos que solo aparecen en uno de los evangelios, lo que supone un indicio de añadido que no corresponde al Jesús real.

Como historiador reconoce que no puede creer en su resurrección, siendo esta una creación paulina y considerando a San Pablo como el creador del cristianismo como religión separada del judaísmo así como la muerte en la cruz como acto de redención para toda la humanidad, incluyendo los paganos.

En resumen estamos ante un libro que demuestra un profundo conocimiento de las fuentes, el de alguien que ha vinculado su vida al estudio de Jesús de Nazaret, desde una postura no creyente, lo cual lo hace más interesante y objetivo. 

viernes, 7 de marzo de 2025

El fin de la megamáquina. Historia de una civilización en vías de colapso

 Hoy quisiera recomendar un libro muy interesante y, para mí, importante, El fin de la megamáquina. En dicho texto el autor hace un repaso histórico desde la antigüedad, cuando las sociedades no estaban divididas en amos y siervos, donde había autoridad pero no poder, en el sentido de que nadie podía imponer nada, hasta el surgimiento de las sociedades jerárquicas, que empezaron a emerger hace unos cinco mil años, por causas difíciles de analizar , pero que el autor vincula a la aparición de la minería de metales, que, como el bronce, permitieron crear una superioridad, entre otras cosas armamentística entre quienes tenían acceso a ellos y quienes no. 

Interesante es su mención de las tres tiranías que posibilitan las sociedades de dominación: la primera el poder físico con la violencia armada, la segunda tiranía la violencia estructural, vinculada al poder económico social, que impone una división en castas o clases sociales y la tercera el poder ideológico, aquel que primero a través de la escritura, luego la religión y finalmente los expertos o tecnócratas,  se basa en legitimar unos valores, un orden social, en este caso el basado en la dominación y explotación de los seres humanos.

Habría una cuarta tiranía consecuencia de las anteriores, que es la del pensamiento lineal, aquel que presupone que los seres humanos son como objetos que ante una acción se produce una reacción predecible. Esto solo puede darse en relaciones de mando y obediencia.

Posteriormente el libro se centra en los últimos quinientos años de historia con una visión muy crítica de la modernidad capitalista. Y es que esta modernidad capitalista, ese llamado progreso en realidad supuso la destrucción o atomización de las comunidades, que fueron perdiendo sus lazos solidarios, comunales por un entramado estatal capitalista basado en una mentalidad de acumulación infinita de capital.

Es decir de competitividad entre los seres humanos, a la vez que de destrucción de la naturaleza.La tesis del autor es que el Estado y el Capital conforman un entramado que se necesitan mutuamente. Por ejemplo demuestra como las grandes empresas, las multinacionales reciben numerosas subvenciones del Estado, y como algunas de las grandes empresas tienen más fuerza que algunos estado.



El libro habla de que se ha creado un sistema mundo que abarca todo el globo, habiendo conquistado hace tiempo el llamado Sur global, eso sí con numerosas matanzas y genocidios de pueblos indígenas, con el objetivo de fondo de crear economías de mercado frente a las economías más de subsistencia, de producir lo necesario para sobrevivir. Pero tal sistema entró en crisis en los setenta y es un sistema, según el autor que está agotándose, comiéndose y destruyendo los recursos y creando una economía financiera con cada vez más crisis, aparte del gran problema de la deuda.

Su análisis crítico es muy interesante, no deteniéndose ahí sino dedicando algún capítulo a posibles alternativas centradas en lograr una economía del bien común frente a la de acumulación infinita de capital y defendiendo la autoorganización, la profundización de la democracia, pues en nuestras sociedades que se dicen democráticas pasamos la mayor parte del tiempo en instituciones antidemocráticas: trabajo, escuela...

En resumen estamos ante un libro muy interesante que se aleja del pensamiento imperante, lo cual es de agradecer.