Brillante y casi desconocido relato de Tolstoi en el que el legendario escritor ruso nos lleva a una situación, aparentemente nimia, en el que un pequeño engaño adolescente con un cupón falso, para lograr saldar una deuda, crea una cadena de acontecimientos entre la numerosas personas que se van viendo afectadas por los hechos que origina tal acción.
Impotencia, rabia, odio, y hasta crímenes se desatan en los personajes de distinta condición social que, como siempre, tan magistralmente retrata Lev Tolstoi. Junto a ello también hace aparición la posibilidad de redención, de superación, agarrándose a una lectura real, sin intermediarios que lo falseaban y lo siguen falseando, líderes y religiosos de los distintos cristianismos, del Evangelio, en el que varios de los protagonistas encuentran la fuente en la que calmar su sed y una manera radical de entender la vida, tanto la interior como la social.
También aparecen retratadas las posturas de los jóvenes adscritos al socialismo revolucionario, y hasta la de delincuentes que entregan lo robado a los pobres. Como siempre, nos encontramos una profunda descripción de las debilidades y grandezas del ser humano, y de las diversas posturas y psicologías que podemos encontrar en nuestra especie, tan peculiar y tan capaz de lo peor y lo mejor, pero siempre con la posibilidad de encontrar una luz al final del túnel que nos ayude a guiarnos y a acercarnos a una condición humana más elevada, más consciente de lo que somos o podemos llegar a ser, si favorecemos esa chispa divina-manipulada o incomprendida por la gran mayoría de los que se dicen sus seguidores y representantes-, que vive agazapada en nuestra conciencia.
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