viernes, 31 de diciembre de 2021

La automatización y el futuro del trabajo

 Interesante libro de Aaron Benavav, economista cuyas tesis se alejan de la tendencia achacar las culpa del aumento del desempleo y subempleo a la automatización, al constante desarrollo tecnológico.

Para el autor, el futuro próximo no vendrá marcado por la obsolescencia del trabajo, sino por los empleos precarios, mal pagados y cada vez más en el sector informal. Aaron sostiene que la base de la crisis en la que estamos no viene tanto de la sustitución del trabajo humano por las máquinas, sino por la desindustrialización provocada por la sobrecapacidad del sector industrial, consecuencia a su vez de la competencia entre países y el abaratamiento consiguientes de sus productos, así como de la escasa productividad del sustituto del sector manufacturero, el sector servicio. No se ha encontrado, al menos hasta ahora, un sustituto al sector industrial que tire de la máquina. 



Resumiendo, como se explica en el prefacio, con la desaceleración del crecimiento económico, descienden las tasas de empleo, y este es el motivo, y no la automatización en general, la que ha causado una subdemanda de empleo. Por tanto, el autor nos pone un ejemplo tomado de una famosa película de los ochenta, Ellos viven, donde el protagonista se pone unas gafas de sol que le permiten ver la realidad detrás de todo .Si dispusiéramos de gafas similares veríamos una realidad tras la publicidad y la propaganda, no de fábricas automatizadas ni robots paseando por las calles, sino un mundo desindustrializado, infraestructuras ruinosas y trabajadores precarios, así como una masa enorme de capital financiero con cada vez menos lugares donde invertirse.

En fin, un libro recomendable que se aparta de las tesis dominantes y nos sitúa más cerca de la realidad que habitamos.



2 comentarios:

  1. La tesis del libro desde luego es interesante y me ha hecho pensar. A veces me pregunto por qué España es un país tan frágil económicamente, con escasa productividad, y que se limita en gran parte a ser un país de servicios y agrario. La respuesta puede darla este libro, ¿qué diablos vamos a fabricar si todo lo hacen China y otros países por una fracción de coste salarial? No somos punteros en tecnología ni tenemos capacidad inversora para serlo seriamente. Además se odia a los creadores de riqueza como Ortega o Juan Roig. Nos queda el turismo de bajo y medio nivel. Y para el mismo hacen falta camareros, cocineros, limpiadoras de habitaciones, etc. Estos empleos no disminuirán en principio, salvo el tema covid, claro. Pero no podemos producir nada, hemos perdido el tren hace mucho tiempo y tiene sentido esa idea de la desindustrialización. No obstante, pienso que la automatización y la creciente robotización no son factores que se puedan desestimar como causa de la tasa de desempleo. Uno ve a Alemania con cierta envidia como país con bajo nivel de desempleo y creador de riqueza. El vídeo es impresionante pero algo ingenuo a estas alturas. La realidad es tan compleja que no veo quién podría estar detrás de los mensajes de "obedece", "consume", etc, y no veo que los okupas y anarquistas varios sean una expectativa que se salga del sistema. Creo que nadie puede salirse del sistema. Somos ocho mil millones de seres humanos. Puede que solo diga necedades porque el problema tiene muchas caras, tantas que me confundo.

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  2. Hola Joselu!. Yo también veo muy difícil poder salirse del sistema, quizá sea imposible. Pero quien sabe, parcialmente se podría. A mí me da pena resignarme totalmente y que el país acabe en una o dos décadas con una economía de subsistencia, que es lo que parece. Espero que alguien se atreva a lanzar una alternativa alguna vez. Un saludo

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