domingo, 14 de febrero de 2010

LA CARRETERA (THE ROAD).

Brillante película y brillante  adaptación de la famosa novela de Cormac Mc Carthy, ganadora del premio Pulitzer en 2007.



Su director, John Hillcoat, ha sabido llevar a la pantalla un texto difícil por su crudeza sin fin. La acción se desarrolla en los Estados Unidos, unos años después de un desastre de dimensiones apocalípticas, que no se aclara ni en la novela ni en la película(guerra nuclear, desastre ecológico, impacto de un asteroide...), pero que no resulta importante para lectores y espectadores. Los protagonistas son un padre, interpretado por el estupendo actor Viggo Mortensen, y su hijo, empeñados en llegar a la costa, y avanzar hacia el sur, soñando con encontrar allí algún lugar habitable. El mundo se ha convertido en un lugar desolado, sin apenas luz solar, con un frío capaz de romper las rocas. No hay animales, ni apenas vegetación más que árboles desnudos. La película sabe ofrecernos un paisaje yermo, muerto y angustioso, de un gris permanente. No hay comida, y los protagonistas tienen que buscar en las casas abandonadas algún resto, alguna migaja que les permita sobrevivir. Pero lo peor no es el hambre continua y la desesperación, sino el miedo. Miedo cerval a los pocos supervivientes, muchos de los cuales se han hundido en el canibalismo. Esto también sabe reflejarlo el director, la tensión, especialmente del padre, siempre con la pistola encima, a la que sólo le quedan dos balas, por si tienen que suicidarse antes que caer en manos de las bandas de caníbales. Tensión continua ante cualquier ruido que delate la presencia de algún superviviente, escapando como alimañas y huyendo de situaciones límites. Especialmente cruda y brutal es la escena donde descubren un zulo, en una casa abandonada ,donde varias personas, con miembros amputados que sirven de alimento a varios desalmados, les suplican ayuda.
La película se ve con una sensación de feroz amargura interior, como si estuvieran dando una paliza directamente al corazón de los espectadores, desde el comienzo hasta el final.
Es de destacar también las escenas donde el padre recuerda los momentos felices con su esposa, antes del colapso de la humanidad, y posteriormente, cuando deciden tener al hijo pese a la situación ya desesperada. Hasta que llega el momento en que su mujer, incapaz de vivir en un mundo terrible, opta por abandonarles, acabando con su vida, como tantas otras personas.
Con todo, la película muestra un mínimo resquicio de luz. El padre se niega a dejarse caer en la barbarie, y es capaz de educar a su hijo en el mantenimiento de los valores éticos, en la esperanza en encontrar buena gente por el camino. Sin embargo, es tal la degradación y el pánico, que es incapaz de tener la menor confianza en las escasísimas personas que encuentra en su marcha por la carretera, camino de su sueño por encontrar algo mejor.
Brillante, brutal, extraordinaria, nos quedamos con la sensación de que tal mundo, puede ser real. Que hemos estado cerca de el, con la guerra fría. Que en cualquier momento la luz cegadora de las armas nucleares podían haber arrasado la civilización, hundiendo al mundo en la muerte, y en el retorno al canibalismo, canibalismo que no es extraño a la especie humana, por doloroso que sea reconocerlo.Y que nunca estaremos a salvo de algo parecido, mientras mantengamos sociedades basadas en la lucha, en la competencia, en sobrepasar al prójimo, en ser más que los demás, en dominar, en explotar y enriquecernos a toda costa. Pero que siempre subsistirá alguna persona ,que como el padre, en las más duras condiciones, se empeñe en que su hijo lleve la antorcha de la bondad y la humanidad sin desfallecer.

4 comentarios:

  1. hola Alfredo, la apuntaré para la lista,
    la vi anunciada hace tiempo,
    buena crítica,
    un besazo

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  2. Gracias Cora. Espero que la "disfrutes". Pongo comillas porque no se disfruta, sino que se sufre de principio a fin. Aún con todo hay que verla.

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  3. Habra que verla... Saludos PTB desde http://www.laesenciadeunviaje.com

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  4. Gracias Juancho, saludos desde PTB

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