lunes, 24 de diciembre de 2012

Las sesiones

Magnífica y emotiva película basada en los escritos del periodista y poeta ya fallecido Mark O'Brien, tetrapléjico al que la polio condenó a vivir con un pulmón de acero, necesitado de la atención de un asistente durante casi todo el día. La película nos muestra el viaje interior que decide iniciar el protagonista para descubrir el sexo a los 38 años de edad.

Hombre de profundas convicciones religiosas, apoyado por el sacerdote de su parroquia, tras haber fracasado en su intento de establecer una relación sentimental con una joven, simpática y guapa cuidadora, contacta con una terapeuta sexual para que le ayude a perder su virginidad.

Film honesto y valiente, maravillosamente interpretada por John Hawkes y Helent Hunt, se nos muestra el sexo en casi toda su realidad, pero aún así no resulta cruda y desagradable, sino todo lo contrario. Logra resultar conmovedora y cercana, desarrollando una fuerte empatía hacia el sufrimiento inicial y las dificultades del personaje para enfrentarse a esa faceta no vivida hasta entonces.

Pero Las sesiones no se limita, en absoluto, a esos encuentros de aprendizaje sexual, sino que nos habla de la progresiva relación de amistad y cariño que se da entre ambos, él y la terapeuta sexual. Pues lo que Mark busca, realmente, no es tanto sexo, como ser capaz de establecer una relación amorosa y afectiva con una mujer, algo muy difícil de conseguir por su situación física.
Junto a su terapeuta también nos resulta entrañable la figura de su amigo y confesor, un religioso de mente abierta, que le brinda su apoyo y que le aconseja, alegrándose por sus cambios.

El mayor éxito para nosotros de la película es que evita caer en la búsqueda de lo melodramático, de la lágrima fácil. Todo lo contrario, la película posee un agudo sentido del humor, como el que destila el protagonista, capaz de enfrentarse al día a día con una sonrisa en la boca.

Y es que otra de las lecciones del film es lo esencial que resulta usar la inteligencia y el sentido del humor para enfrentarse a los golpes de la vida, que en el caso de Mark supone una existencia condenada a no poder nunca ponerse en pie, a no poder nunca respirar libremente y contemplar la realidad en toda su extensión, con todos sus colores, su belleza y fealdad. Pero la brillantez y fortaleza del protagonista le permiten mitigar esa situación de vivir encarcelado por su propio cuerpo y no sólo eso si no que le permite lograr sus sueños.

Las sesiones permite acercarnos al dolor, a las enormes dificultades a la que se enfrentan algunas personas, consigue que por un rato nos sintamos habitantes de su mundo, de su piel, de su pulmón artificial, de la camilla desde donde ve pasar los días y las noches.

La película nos muestra el camino para superar miedos, el camino hacia la madurez de quien decide no cerrarse la puerta del sexo ni del amor.

De Las sesiones salimos, especialmente quienes por circunstancias de la vida nos sintamos más vinculados al sentir del protagonista, con la sensación de que los límites se los impone uno mismo, y que pueden, deben, ser superados para lograr una mayor felicidad.

Por todo sus cualidades queremos recomendar que no duden en ir al cine a disfrutarla. Creemos que no se sentirán defraudados.


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